La visita guiada a Casa Fabiola empezó por la presentación de nuestra amable guía y la espera en que a nuestro grupo de seis personas se unieron otras dos que no pertenecían a la unidad sino que era gente ajena a la unidad. Las obras son donación de Mariano Bellver y su esposa. Comentaré solo algunas de las salas, las primeras, porque la casa museo es grandísima.
Las dos primeras salas están dedicadas a pintores extranjeros del siglo XIX que reflejan en sus cuadros las costumbres y paisajes de la Andalucía de la época. Estos cuadros estaban pensados para ser llevados fuera de
Sevilla a los lugares de residencia de los compradores. Una de las características de estos cuadros es que aunque recogen plazas y zonas de Sevilla solo en parte parece que son reflejo exacto de lo que retrataban como tratándose de una alegoría de Sevilla apreciándose por ejemplo que en muchos de ellos aparece la silueta de la Giralda para indicar que se está en Sevilla pero que no está ubicada en ese sitio si se quiere ser correctos con la composición, es como una marca de que se trata de Sevilla, de la tierra de la Giralda.
Con un cuadro de la Torre del Oro pasa algo parecido, que parece que no está dibujado con suficiente realismo y sin embargo si me parece que lo está si se mira desde cierta perspectiva, o al menos podía estarlo en aquellos años porque la orografía del terreno esta bien. Yo creo que estos pintores eran lo más realistas posible. También nos enseñan a las gentes de la Andalucía de la época, como bandoleros y toreros. Un cuadro que nos explicaron bien fue el de Los Jugadores de Cartas, en el que se ve a unos lugareños jugando a las cartas, algunos vestidos de toreros en una taberna de la época. Y el primer cuadro que nos encontramos es un cuadro costumbrista que trata de reflejar lo que fue la primera feria de Sevilla y su provincia, la Feria de Mairena del Alcor. Es la primera que se celebra en Sevilla y en ella se refleja el inicio de estas ferias en las que se vendía y compraba ganado venido de poblaciones cercanas de todos los puntos de la provincia. Se puede ver también en estas salas reflejadas a las Cigarreras de Sevilla y a hombres fumando de aquellas época; aparecen también las mujeres vestidas con los trajes de aquellos tiempos. Hay cuadros también de escenas pastoriles en el campo que se centran más en los animales, por ejemplo, a los que ponen en primer plano a un rebaño de ovejas. En estos cuadros suele haber una construcción lejana en la perspectiva que es inventada, es una construcción gótica o renacentista con columnas y pórticos que le da cierto romanticismo al cuadro y que para mi viene a significarse en la presencia de los poderes sobrenaturales de Dios que intenta inculcarnos la religión, la presencia de lo divinio.
Otro cuadro que me llamó la atención fue el de unos campesinos que van celebrando sus fiestas, uno de ellos subido en un burro, pintado en pleno movimiento y el “jolgorio” o compañía típico de estas situaciones.
En otra de las salas sigue habiendo cuadros costumbristas, que son en las que me estoy centrando, en concreto en una de ellas están expuestos como contraste tres cuadros de principios del siglo XIX y otros tres debajo de finales del siglo XIX. Se pueden comparar y ver la diferencia de trazo y colores entre unos y otros.
En otras salas hay cuadros de pintores tan importantes como
Gonzalo de Bilbao, Sánchez Perrier y obras de imaginería de
Lastruci, según nos contó nuestra amable guia, aunque uno de
nuestros monitores muy versado en arte nos cuenta que las obras que
hay son de la escuela montañesina.
Hay una sala casi al principio exclusivamente dedicada a la familia Bécquer, como homenaje a este poeta y escritor romántico de mediados del XIX, en la que aparecen junto a un cuadro homenaje a él rodeándolo, cuadros de su hermano Valeriano. Recordemos que Bécquer nace en 1836 y vive 34 años, edad a la que muere después de pasar por Madrid en su faceta de escritor y periodista. Pasó muchas penalidades. Una vida corta pero intensa. La colección Bellver nos deja en esta sala el homenaje a esta familia Sevillana.
También hay otra sala dedicada a pintores que se inspiraron en la pintura de Murillo para efectuar sus composiciones, lo que se ve en la forma de dibujar la figura humana y en esos casi esfumatos, trazos difuminados en las figuras humanas, con que se tratan a estas figuras, sobre todo en el dibujo costumbrista de mujeres y sus trajes. Murillo inspiró a muchos pintores. Nos contaron que Velázquez se lo quiso llevar a Madrid, pero que no ocurrió así. Hay un cuadro homenaje a Murillo bastante grande en el que trata de reflejarse su muerte, pintando un cuadro en los Franciscanos Capuchinos de Cádiz, pero que nos contaron que solo es leyenda. Lo que yo se es que Murillo después de morir su mujer se refugió en el Convento de la Pastora, de los Franciscanos Capuchinos, contado por un fraile de esta congregación, quien me dijo que en este convento había pintado la Virgen de la Servilleta, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Enlace con Casa Fabiola Sevilla: https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_Fabiola