Cuando vemos cuadros como estos en una exposición solemos expresar nuestra admiración por el ingenio y el buen hacer del pintor. Nos referimos a él como un artista, que ha puesto en juego todas sus habilidades y capacidades para “parir” su obra.
Lamentablemente si decimos que estas pinturas las ha hecho una persona con enfermedad mental, dentro de uno sus programas de tratamiento, la opinión posiblemente cambia. Continuamos expresando nuestra admiración por la obra, pero al saber quien la ha hecho, ya no nos referimos a él como “el artista”, sino como el enfermo. Una persona puede tener una enfermedad mental, pero también puede ser un buen pintor, un buen albañil, un gran padre de familia, un gran amigo y un millón de cosas mas.
Estas obras han sido realizadas por personas que tienen ganas de vivir, que se quieren superar, que día a día realizan un gran esfuerzo por venir a la Unidad, luchan por mejorar sus destrezas, luchan por ocupar su vida con actividades significativas, luchan simplemente por ser un ciudadano mas. Quizás nunca sean considerados artistas, lo que es indiscutible es que tienen mucho arte.
Lamentablemente si decimos que estas pinturas las ha hecho una persona con enfermedad mental, dentro de uno sus programas de tratamiento, la opinión posiblemente cambia. Continuamos expresando nuestra admiración por la obra, pero al saber quien la ha hecho, ya no nos referimos a él como “el artista”, sino como el enfermo. Una persona puede tener una enfermedad mental, pero también puede ser un buen pintor, un buen albañil, un gran padre de familia, un gran amigo y un millón de cosas mas.
Estas obras han sido realizadas por personas que tienen ganas de vivir, que se quieren superar, que día a día realizan un gran esfuerzo por venir a la Unidad, luchan por mejorar sus destrezas, luchan por ocupar su vida con actividades significativas, luchan simplemente por ser un ciudadano mas. Quizás nunca sean considerados artistas, lo que es indiscutible es que tienen mucho arte.