miércoles, 8 de marzo de 2017

DEJANDO DE FUMAR.

Llevo 4 meses sin fumar. Llevaba fumando desde los 15 años hasta los 41. En ocasiones había intentado dejarlo, a veces aguantaba unas semanas, en otras unos meses. Enseguida me veía fuerte y exfumadora y quizá por eso recaía. A medida que han ido pasando los años mi calidad de vida ha ido disminuyendo, tos continua, mucosidad en los bronquios, nariz taponada, picores, lagrimeo, me ahogaba a la más mínima, me ingresaron varias veces por crisis asmática, me despertaba por las noches con ataques de tos, tenia continuamente infecciones en la garganta, me medico desde hace años para el asma y este último año la asfixia era tan notable que me asusté bastante, cuando me ahogaba tanto esperaba el momento del día en que pudiera fumar. Realmente creía que era imposible dejar de fumar y hace 4 meses pensé: nadie me prohíbe nada y cuando yo quiera fumar así que hoy no fumo porque no me encuentro bien. Al día siguiente pensé que no había sido nada difícil hacer eso así que decidí estar otro día sin fumar, el tercer día pensé que podría continuar y que ya fumaría cuando me encontrara bien. La segunda semana se me dio bien también, en la tercera tuve ansiedad pero decidí no fumar aún. Me empecé a dar cuenta que podía vivir sin fumar. Me estaba enfrentando a todas las situaciones en las que antes fumaba y ahora no lo hacía. Me di cuenta que mi miedo era a la soledad, a no saber como resolver todas las situaciones de la vida. 
Me di cuenta que era una enferma de tabaco y que realmente le consideraba mi amigo y mi compañía. Pensaba que mientras me ahogara no fumaría porque me sienta realmente mal. Sigo medicándome para el asma pero además ya no me ahogo como antes, mi piel ha rejuvenecido, no tengo mucosidad, ni lagrimeo, ni picores, tampoco náuseas ni dolores de barriga, tampoco tengo deseos de fumar ni síndrome de abstinencia. En todas las situaciones de estrés o comodidad, solo me detengo y pienso. Me puse a correr, el primer día sólo pude llegar a correr 4 minutos y 4 meses después ya puedo correr unos 14 minutos. He engordado unos 3 kilos porque por las noches es cuando más ansiedad tengo y pico alguna cosa de la cocina. Puedo decir también que disfruto muchísimo del tiempo que tengo ahora. No considero que ya esté libre y en días como hoy necesito terapia de grupo y entro en Internet a ver que explica la gente. Como a mi me va bien he decidido contar mi historia con el tabaco. Espero que os sirva para seguir adelante y si habéis recaído no pasa nada se vuelve a intentar. Vivir mejor es la clave. Los cigarros son iguales todos, las situaciones de la vida son diferentes todas. No hay que relacionar un cigarro con cierta situación, porque se dará igual fumes o no.



Pilar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Te felicito yo también estoy en el camino de dejarlo y demomento solo he recaído dos veces pero no hay que sentirse culpable solo seguir adelante como tu dices

Hospital de Dia dijo...

Enhorabuena¡¡¡¡ como bien dices a veces con el tabaco queremos tapar momentos de soledad o engañarnos de que nos ayuda ante un problema... a seguir así.