lunes, 20 de junio de 2016

TERCERA PREGUNTA.

Él es un hombre muy reflexivo y se pregunta muchas veces el por qué de sus actos. Es fumador desde que tenía dieciséis años y siempre le ha gustado fumar. Se fuma una cajetilla de tabaco al día y si esta nervioso fuma algo más.  Se ha planteado muchas veces dejarlo, sabe las consecuencias que puede traerle (daño en los pulmones, enfermedades coronarias, cáncer…). Fuma pero no es tonto, es consciente de sus actos, analiza los pros y los contras. Con el alcohol le ocurre algo parecido con la diferencia que después e beber le entran muchos remordimientos, estos son peores que las resacas le duran días incluso semanas. Necesita volver a beber para que desaparezcan y aún así no lo consigue, se siente culpable, una piltrafa humana.
Si se bebe tan solo una cerveza de litro, en un banco y a escondidas del mundo, dice que no pasa nada, que él no es un alcohólico, que todos estaban equivocados y que puede mantener su secreto sin que nadie se entere, esta intentando engañarse, se miente a sí mismo. Si sigue bebiendo se siente eufórico, pero cuando se acuesta vuelven los remordimientos, empieza a darle vueltas a la cama y pide ayuda a sus seres queridos que ya están en el cielo. Él no quiere esta vida, esta harto.
A la mañana siguiente se levanta, intenta darse ánimos y por supuesto se promete no probar nunca más una gota de alcohol. Se lo cree tanto que se hace una pregunta que muy pocas personas se plantean en su vida. Se pregunta de una manera sincera y  lo dice mirándose al corazón: ¿Tienes más ganas de beber? Y la respuesta es NO. Y se responde sinceramente, NO, pero esta promesa es vana y la enfermedad como en tantas ocasiones le traiciona.  
Y aparece la tercera pregunta; ¿Merece la pena vivir en ese círculo en el que la conciencia es machacada por este sin vivir? Soy el mismo de siempre pero cuando caigo en  las garras del alcohol  no soy capaz de salir de ellas por más que lo intente.


Pedro.

1 comentario:

CRPS León dijo...

Cuando se tiene alguna adicción es muy difícil controlarse, a mi me pasa con el tabaco pero no puedo dejarlo porque me entran ataques de ansiedad