lunes, 16 de mayo de 2016

RETAZOS DE MI INFANCIA.


 Yo iba tranquilo, un día bonito como otro cualquiera. Mi madre no se dio cuenta de nada, no dijo nada y me metió en casa. Lo que pasó fue, que la vecina nos vio por la ventana, no la conocía de nada, mi madre no había hablado antes con ella, que yo supiese, y todo fue muy desagradable. La señora se puso a decirme “hay mi rey”, varias veces. Pensé que yo no era el rey de esa señora que yo no la conocía de nada. A mí no me gustaba porque no saludó a mi madre antes que a mí  y pensé que era muy mala persona.  Luego le pidió a mi madre que yo le tenía que llamar “tita”,  “tatas” a las hijas y “nano” al marido que resultó muy buena persona. Después me empezó a hablar una de las “tatas”, mi “tata” Eugenia y yo no podía echarle cuenta porque no me interesaba mucho lo que me decía. Un día me dijo que me fuese al campo con el “titi” y pensé que era su novio.  Ya me cayó bien. Lo conocí en el campo y enseguida se puso a jugar y a reírse mucho conmigo. Nos hicimos buenos amigos. Después fui un día a la playa pero la “tata” Eugenia me fastidió el día. 

Mi “titi” me había estado buscando una chancla que se me perdió y luego la enterró en la arena para hacerme una gracia, pero la “tata” me dijo que lo mirara no sabía lo que decía y al final tuve que echarle cuenta y mirar pero no fue nada. No me gusta la tata. La “tita” ya está muerta, un día en la boda de un vecino, por cierto muy buena persona, la “tita” me habló, yo iba a coger unas papas sin que nadie se enterarse, era una escusa para acercarme a mis vecinos y ella por detrás me dijo que si quería papas y yo pensé que lo hizo con mucha maldad.  Otro día en mí cumpleaños me dijo que si me compraba una tarta y yo le dije que si pero cuando fui a invitar a mis amigos ella  les dijo que si no tenían regalos  no venían  y así ha sido mi vida un infierno que el “titi” consiguió convertir en sueño.


F.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado o estimada F.: he leído tu trabajo sobre la infancia, una época clave en nuestras vidas que está plagada de recuerdos, de personas que nos han marcado más o menos y de muy diversas maneras. A la infancia hay que ir muchas veces para comprender por qué somos como somos cuando somos mayores. Así podemos entender mucho mejor muchas cosas. A veces nos marcan las cosas más sencillas que pasaron desapercibidas en su momento pero adquieren su importancia con el paso del tiempo. El caso es que la vida es una unidad y no podemos compartimentarla en estancos que no tengan relación ninguna los unos con los otros. La infancia es un recuerdo, una emoción, una fuente de sentimientos y pequeñas experiencias. Te animo a que sigas indagando para que nos compartas más cosas de ti. Un abrazo de José Cuadrado.

Anónimo dijo...

Mira F me parece que es demasiado exagerado la forma de tratar esa paranoia , yo pienso que nadie intentaba hacerte daño. Tal vez es una mala interpretación que te creaste en tu mente. Yo si fuera tu no pensaba cosas malas de esa persona, ya que después te pueden crear pensamientos negativos. Vive feliz y sin rencor.

Anónimo dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios, la verdad es que cuando piensas en el pasado de esta manera, siempre necesitas ha alguien que te escuche y que te de una opinión. Estoy muy contento.saludos F