lunes, 30 de mayo de 2016

ESTIMULA TU MENTE. LA CAPITAL EUROPEA OCULTA

Ejercicios de estimulación cognitiva: descubre la capital europea oculta. Para conseguirlo debes calcular el resultado de cada una de estas operaciones aritméticas, teniendo en cuenta que cada número se corresponde con el número de letras que forman cada una de las imágenes. Los distintos resultados se corresponden con el número que ocupan en el abecedario cada una de las letras que forman la capital europea a descubrir. Cuantas mas operaciones realices mentalmente mas efectivo es el ejercicio.¡SUERTE! 


viernes, 27 de mayo de 2016

CRÍTICA DE CINE: EL OLIVO

Se trata de una producción española del año 2016 dirigida por Icíar Bollaín, quien empezó hace ya bastantes años como actriz hasta que se pasó a la dirección con “Hola, ¿estás sola?”, protagonizada entre otras por Candela Peña, una excelente actriz que trabaja menos de lo que quisiéramos. Icíar Bollaín compatibiliza ahora las dos carreras, la de actriz y la de directora, aunque le dedica más tiempo a la labor de dirección. Como actriz la recordaremos siempre como una de las protagonistas de la estupenda película del exquisito Víctor Erice “El Sur”, que supuso su debú en la gran pantalla.
Entre los actores destacan Anna Castillo, Javier Gutiérrez, Pep Ambrós, Miguel Ángel Alarden, Manuel Cucala y Carmen Plá. Un reparto muy bien ajustado y que da de sí lo mejor.
Distribuye EONE films y cuenta la película con numerosos patrocinios como el Ministerio de Cultura o Televisión Española, que está haciendo una gran publicidad de la cinta, lo que está permitiendo una fluida asistencia de público.
La película entra de lleno en el territorio del género dramático.  Está transida por una profunda desesperanza, aunque termine con un canto a lo contrario, pero predomina el desencanto y las emociones dolorosas. La cinta dura 98 minutos, bien aprovechados por la directora y que no se hacen largos en ningún momento. La película no está recomendada para menores de 7 años. Es una cinta muy simbólica, muy metafórica, hecha con una gran sensibilidad y con una carga emotiva que los actores saben transmitir muy bien.
La película nos cuenta la historia de Alma, una joven que tiene 20 años y que trabaja en una granja de pollos en un pueblo del interior de Castellón. Su abuelo, que para extraña y desagradable sorpresa de su familia dejó de hablar hace años, es la persona que más le importa en este mundo. Cuida a su abuelo con mimo, lo lava como si fuera un niño pequeño. Siente verdadera devoción por él y por eso hará todo lo que hará.
Ahora que ha decidido el abuelo dejar de comer también Alma se obsesiona con que lo único que puede hacer “volver” a su abuelo a su estado natural es recuperar el olivo milenario que la familia vendió contra su voluntad hace 12 años. Alma considera que ésta es la causa del profundo estado melancólico y autodestructivo de su abuelo.

Es un sencillo planteamiento (como sencillo y seco es el título de la película) con el que se construye una cinta francamente buena. Tiene un estupendo guión de Paul Laverty, pareja en la vida real de la directora, quien hizo los guiones de sus dos películas anteriores: “También la lluvia” del año 2010 y “Katmandú, un espejo en el cielo” del año 2011. “El olivo” es el séptimo largometraje de Icíar Bollaín, donde demuestra una estupenda madurez que la colocan entre las principales directoras de nuestro país.
La frase publicitaria de la película es “Hay tierra con Alma”, un juego de palabras construido en torno al nombre de la protagonista, Alma. La tierra es la tierra que su abuelo ha pisado durante muchos años y donde tanto tiempo ha estado plantado el olivo vendido. La tierra es la tierra donde se plantará la ramita de olivo que tendrá que esperar mucho tiempo para crecer hasta alcanzar la madurez del olivo protagonista de la cinta.
El alma de la cinta queda claro que es Alma, personaje que interpreta Anna Castillo, actriz de 22 años conocida por su papel popular de Dorita en la serie de Antena 3 Amar es para siempre. Es una veterana serie de televisión que antes se emitía en Televisión Española, en su primer canal, con el título de Amar en tiempos revueltos. Anna Castillo se siente muy agradecida por el papel que le ha dado Icíar para debutar en el cine y que le están permitiendo recibir excelentes críticas. El otro protagonista de la cinta es el olivo de 2000 años, un majestuoso árbol representativo de todos los olivos de España.
Alma, acompañada por un tío suyo arruinado por la crisis apodado El Alcachofa (interpretado por Javier Gutiérrez) y un compañero de trabajo, Rafa (papel que desempeña Pep Ambrós), irá a Dusseldorf, Alemania en busca del olivo. Rafa perderá su empleo por meterse en este asunto. El olivo fue comprado por 20000 euros por una empresa alemana con las iniciales RRR. Para tener algo que ofrecer el Alcachofa irá a la casa de un hombre que le adeuda 90000 euros y le robará una réplica que tiene de la Estatua de la Libertad. Acabará destrozándola ante la impotencia de no poder recuperar el olivo original.

Alma tiene engañados a el Alcachofa y a Rafa porque les ha contado que un cura tiene el olivo y que se prestará a devolvérselo con toda seguridad. El olivo está en realidad en la entrada principal de las oficinas de RRR. Es además el logotipo de la empresa. No les dejan entrar, aunque consiguen colarse y Alma se sube a la copa del olivo, entre otras cosas para robar una ramita para poder plantarla en su tierra de origen. Recibirán el apoyo de activistas alemanes y tendrán que sufrir la represión de la policía. No hay negociación posible: el olivo no se vende. No se devuelve.
Al final sólo se podrán llevar esa ramita de la que he hablado para plantarla y esperar con paciencia a que crezca. Es decir, empezar de nuevo. Es una metáfora de la situación actual en España: “El olivo” es un cuento sobre lo que ha pasado en España y lo que nos gustaría que pasara a partir de ahora, es decir, la ramita de olivo que está empezando a germinar.
La película tiene mucho de road movie, es decir, película de carretera. Alma y sus dos acompañantes recorren España, Francia y Alemania. Miles de kilómetros para intentar su gesta.

Alma está en todo momento conectada por internet a través del móvil con cámara incorporada con sus amigas, sobre todo Sole. Al final acabarán teniendo el apoyo de todo el pueblo.
La cinta tiene una excelente fotografía y una estupenda música llena de sensibilidad que se compenetra perfectamente con el contenido de la película. También tiene un excelente trabajo actoral, sobre todo Anna Castillo y el siempre eficaz Javier Gutiérrez, que no para de trabajar.
Consideramos, pues, a la película muy buena y le concedemos cuatro estrellas. La recomendamos encarecidamente y seguro que la disfrutarán. Es un homenaje a la nostalgia y a la esperanza, a lo pasado y a lo porvenir. Es decir: nuestra España, con el pasado y el futuro que está abierto a muchas posibilidades. Salud y suerte.

Calificación: 



José Cuadrado Morales

miércoles, 25 de mayo de 2016

SEGUNDA PREGUNTA

A todos nos gusta mirar en el cajón de los recuerdo y volver al pasado. Si el cajón de los recuerdo es un álbum de fotos, es todavía más interesante y se vuelve mas apasionante la mirada hacia atrás. Nos miramos en ella y vemos el paso del tiempo, como han cambiado los peinados, las formas de vestir, los modelos de las gafas que usábamos e incluso la disposición de la casas. Es bonito pararse a mirar estas cosas, nos ayuda a reflexionar y a darnos cuenta de lo importante que son los demás para nosotros, por que también vemos a seres que ya no están. Él tiene una foto en la cartera que lleva siempre, en ella sale su hermana mayor en un fotomatón. Como era muy pequeña sale cortada la cara por la mitad. A el esta foto le hace mucha gracia ¿Cómo se les ocurriría a sus padre hacerle una foto a una niña tan chica en un fotomatón sin subirla a la silla? Él ha llevado esa foto en todas las carteras que ha tenido y jamás la ha perdido.
Pedro de su hermana pequeña recuerda más fotos. En todas sale guapísima. Hay una en la terraza del piso de su abuela que sale vestida con un traje de verano rosa que esta muy simpática, sonriendo y con una media melena de pelo rizado. A su hermana pequeña Él y su hermana la enseñaron a andar.
 Los dos hermanos mayores se sentaban en el suelo a cierta distancia y con las piernas abiertas se lanzaban a la niña uno a otro para que ella fuera dando sus primeros pasos sin apoyarse en nada. Eran una familia feliz.
Una foto especial para Él es una en la que sale disfrazado de pirata, con un ojo tapado y con un pañuelo rojo de lunares blanco, con una espada y sonriendo, la foto refleja la ilusión de un día de fiesta y la inocencia de un niño.
Son tres hijos criados en el seno de una familia humilde, con los mismos valores y las mismas exigencias. Sus padres lucharon por ellos más allá de sus posibilidades. Se les educó en el respeto y en el trabajo pero solo uno de los tres tuvo el “bicho” del alcohol en sus tripas.
Él se pregunta por qué si sus hermanas ni fuman ni beben, Él ha tenido que ser tan diferente a ellas. ¿Que es lo que no ha aprendido? ¿Dónde está el error? Él intentó aprender de sus padres todo cuanto pudo. Quizás las amistades o la incapacidad de enfrentarse a los problemas influyeron. No es que sea un cobarde pero cuando las situaciones le sobrepasan necesita del alcohol para olvidarlas y afrontarlas a su manera. Otros se relajan escuchando música o leyendo un libro, el solo sabe hacerlo bebiendo.
Si éramos tres y  fuimos queridos de la misma forma y educados con los mismos principios, ¿Por qué no salí yo también “normal”?

Pedro.

lunes, 23 de mayo de 2016

LA MÚSICA ES EL LUGAR DONDE TODOS COINCIDIMOS ALGUNA VEZ

Te motiva y motiva a los demás,
es el arte de bailar y saborear,
es el arte de vivir y de reír,
es el sonido del bienestar,
y es que sin música no podríamos estar.
Transmite emociones, y trasmite alegría,
trasmite especiales sensaciones, que te llenan de vida.
La música en sí es como una estrella que brilla,
con tanta fuerza emocional, que lo mismo te hace sentir triste,
que te produce una gran sonrisa.
Con la música te vas, con la música regresas,
y es que tiene tanto poder, que no podemos olvidarnos de ella.
Hay un sin fin de canciones, y un sin fin de letras,
todas con un significado con el cual la vida es bella.



Jaime.

CLAUSURA III EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CORTOS Y SALUD MENTAL "CINEMENTAL"

La semana pasada se clausuró la III EDICIÓN DEL FESTIVAL DE CORTOS Y SALUD MENTAL "CINEMENTAL", este año se ha caracterizado por la gran afluencia de público en todas las proyecciones y por la creciente calidad de cortos presentados a concurso.
Se han concedido los siguientes premios:

- Premio al Mejor Corto de Ficción; ‘Pita’ de Gabriel Sheepard (Italia).
- Premio mejor Corto Andaluz a ‘Alzheimer Braindoc’ del director Manuel Jiménez.
- Premio al Mejor Corto Documental a ‘Los niños que salieron de un agujero negro’ de David Esquivel.
- Premio ASAENES al documental ‘Kiko Veneno, quién es’ de Christian Chauffeton (Málaga).
- Premio del Público, para David Esquivel por ‘Los niños que salieron de un agujero negro’.





viernes, 20 de mayo de 2016

LA MUERTE DE UN AMIGO. PARTE 2

La muerte es una obligación. Siempre me ha llamado la atención el título de la película Nacer para morir. No es que nazcamos sólo para eso porque entre una cosa y otra tenemos mucho por hacer, entre otras cosas sobrevivir. Ésa es la clave de todo: la supervivencia. Desde ésta llegamos a un respeto a la vida y a una superación de la multitud de dificultades que se nos presentan durante el tiempo que estamos sobre la Tierra. Es difícil a veces mantenerse con vida porque esas dificultades pueden llegar a ser extremas, pero hay que tener el valor suficiente para superarlas y tirar para adelante por esa seguridad que tenemos de que la muerte tarde o temprano nos alcanzará.
Vienen estas reflexiones a cuento del artículo que escribí recientemente sobre La muerte de un amigo, del que estoy obligado a hacer la segunda parte porque cuando escribí el primer artículo desconocía la causa de la muerte de mi amigo. Ahora la sé: se suicidó. Es decir: adelantó el tiempo de vida que le quedaba hasta la muerte. No esperó a que le llegara su turno en la larga lista negra de la desaparición. No tuvo el valor suficiente para resistir antes de que la muerte le alcanzara.

El conocimiento del suicidio de mi amigo me genera aún más impotencia porque no pude ayudarle a evitar la tragedia. Me siento mal por no haber podido quitarle de la cabeza esas ideas suicidas que desconocía, así que yo no me siento responsable en absoluto de ningún trocito de su muerte. Sólo puedo reñirle cariñosamente desde estas páginas por haberse quitado la vida, por haberle hecho a la muerte el favor de alcanzarlo antes de tiempo.
Imagino la soledad del suicida, la terrible soledad del suicida. No sé dónde lo hizo ni cómo lo hizo. Sólo sé que lo hizo y      que estaba solo, demasiado solo para poder compartir sus carencias y necesidades, sus riesgos y perdiciones.
Recuerdo siempre lo que un psiquiatra le dijo a una amiga mía y que provocó su enfado: “Es normal que las personas que padecen de nervios piensen en el suicidio”. Era también mi psiquiatra y estoy de acuerdo con él. Que levante la mano el enfermo de nervios que no haya pensado alguna vez en el suicidio. Y los no enfermos de nervios también habrán pensado  en el suicidio en momentos de debilidad, de extremo agobio, de profunda depresión transitoria. Mi amiga se enfadó, pero con su comportamiento le daba la razón al psiquiatra porque no paraba de pensar en el suicidio. Afortunadamente nunca lo ha intentado, entre otras cosas porque ha sabido compartir sus ideas suicidas con sus amigos como es mi caso.

Yo nunca he intentado suicidarme, pero sí lo he pensado como única vía para salir del infierno de la enfermedad mental. A veces es horroroso. Se cae en un bajón tremendo y se piensa en el suicidio como salida exclusiva al agobio terrible que te aplasta. Pero nunca lo he intentado. Si lo hubiera intentado lo habría conseguido porque yo no creo en los suicidas frustrados. El que quiere suicidarse lo hace de verdad, no para llamar la atención, aunque hay quienes simulan el suicidio para conseguir atención o afectos que no se pueden conseguir de otra manera. Pero el verdadero suicida calcula milimétricamente su muerte sin dejar ningún cabo suelto. Eso ha hecho mi amigo, aunque desconozco cómo se ha quitado la vida. Sinceramente me da igual el método que haya elegido porque lo importante ya lo ha conseguido: ya mi amigo no está entre nosotros y ya no volverá a sentarse como dije en mi artículo anterior en la misma silla de la sala de espera donde se sentaba y no volverá a darme su mano sudorosa nunca más. Son hechos absolutos, culminados, definitivos.
Para los que creemos en Dios el suicidio es un pecado. Lo recoge la Biblia. No hay más que leer los Evangelios. La vida nos es dada y nos es quitada, pero no tenemos derecho a quitárnosla porque es el bien más preciado de todos. Estoy profundamente indignado con mi amigo por haber tomado esa decisión. Yo he pasado muchos momentos duros en mi vida en los que también podría haber tirado por la calle de en medio y desaparecer sin más. Es demasiado fácil provocar el exterminio de uno mismo. Lo difícil es resistir, aguantar, soportar los obstáculos que la propia vida nos pone pero es que esos obstáculos forman parte de la vida misma. ¿O es que mi amigo no tenía razones para vivir? Por supuesto que sí, entre ellas la más importante: la superación de la propia enfermedad, el vencimiento de esas ideas suicidas que lo único que han conseguido es evitarle seguir adelante y cumplir lo que decía Juan Ramón Jiménez: “No es la muerte la que da sentido a la vida, sino la vida la que da sentido a la muerte”. Y que conste que yo respeto su voluntad: si él ha querido morir antes de tiempo lo acepto sin más y lo respeto insisto, pero debió darse más oportunidades en lugar de quitárselas.

Según la Biblia ahora tendrás que purgar un tiempo tu decisión antes de entrar en el paraíso. El purgatorio está lleno de muertos con cuentas pendientes. También está lleno de suicidas con la cuenta pendiente de la muerte anticipada. Sólo puedo decirte, amigo mío, que tengas paciencia y que tarde o temprano hallarás la paz del suicida, que es al fin y al cabo lo que buscabas: la paz. La conseguirás dentro de poco tiempo y espero que seas feliz en otro mundo, en otra vida, en otro universo paralelo. No lo sé. Sólo sé que no sé nada.
Miguel Hernández decía en su Elegía a Ramón Sijé: “Me duele más tu muerte que mi herida”. Ahora me duele más tu muerte que otra cosa. Imagino tu soledad y tu impotencia. La incapacidad para pedir ayuda. ¿Para qué están las palabras? ¿Para qué están lo amigos? Me duele más tu muerte, sí, que la propia herida que has provocado en mi alma.
Debiste hablar más conmigo, abrirte más, contarme más tus intenciones. Con todo lo que hablabas me pregunto ahora por qué no me comentaste que tenías ideas suicidas y que pensabas acabar contigo de forma definitiva. ¿Cómo te recordaré ahora? ¿Cómo el hombre fuerte y alto que reía o como el hombre vencido que se quita la vida para no afrontar más peligros?
Sólo espero que seas fuerte estés donde estés ya que no lo fuiste en vida. Ten fortaleza. No eras el último hombre de la tierra y desde aquí lanzo un llamamiento a todos los potenciales suicidas para que se abran y eviten su muerte anticipada. Es una pena desperdiciar el tiempo por vivir de esa manera.
Yo he escrito mucho sobre el suicidio y he dado diversas conferencias, así que el tema me interesa bastante. No es el primer amigo que se suicida. Espero que sea el último.
En mi último libro de próxima publicación, Las ninfas del rencor, Tuétanos odiantes, Parte 2, he escrito versos como estos: “La clave está en seguir viviendo,/dejándose la piel en el camino”.
Otro de los versos de ese libro dice así.” Yo quiero vivir y morir de pie”, con el que hago una tremenda defensa de la vida.
Y por destacar una última alusión de mi libro señalaré estos últimos versos: “Tantos desgraciados hay que aniquilan su vida/con el violento y vacío jaque mate del suicidio”. La vida es como una partida de ajedrez en la cada uno es el rey. Todos están contra él y tiene que ir saliendo de las diferentes dificultades que se le presentan evitando el jaque mate, que llega en forma de muerte, pero cuando toca, no adelantándola.

Camilo José Cela decía: “Quien resiste vence”. Cuando dejó de aplicar esta frase murió. Cuando dejó de tener ganas de escribir se vino amigo y falleció. Algo impropio de una persona tan vitalista como él. Yo procuro aplicar cada día esa frase y tirar hacia delante.
Hace unos días oí a dos compañeros de la Ura en la sala de espera haciendo bromas sobre tu suicidio. No se trata de eso. Tu suicidio no es una broma, sino un acto muy serio. Dejaste de resistir y te venciste. Ahora ya no tiene remedio y ninguna palabra mía te devolverá la vida. Yo lo siento de corazón y espero que estés mejor allí donde estés. Descansa. Ponte bien y sigue viviendo de otra manera en el otro mundo. Yo espero que halles la paz y te protejas mejor de las malas sensaciones. Rezaré por ti como es debido y te recordaré como mereces: con profundo cariño. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

miércoles, 18 de mayo de 2016

CREO QUE NO FUERON MANERAS

Lo que a continuación voy a contar, es el recuerdo de la “forma” en la que fui ingresado por última vez; de las veces que lo he sido, ésta es la que más me ha  impresionado por su contundencia y crueldad innecesaria, inútil y gratuita.
Vaya por delante que no guardo atisbo de rencor ni de venganza alguna, sólo que me gustaría que las actuaciones de las autoridades sanitarias y  policiales fueran con más mesura, más “suaves”, sin desproporción de fuerza y  con algo de discreción, si puede ser.
La historia particular de este ingreso comenzó un Sábado antes de la Semana Santa, cuando estando Yo en la Plaza de mi pueblo sentado en un banco, y acompañado de mi cuñado y mi hermana, llegaron y no sé en qué orden, un equipo sanitario, dos policías locales y dos guardias civiles; tras conversar obviedades, como que si tú me conoces, que si tú sabes quién soy yo, de pronto me redujeron entre los cuatro y me llevaron esposados por detrás, hacia la ambulancia, en  la que fui introducido sobre la camilla boca abajo y con la alerta encendida. Una vez en el Hospital fui introducido, no sé por donde, hacia una sala de Psiquiatría……. Lo siguiente destacado fueron las dos pri meras noches, en las que no dormí atado la primera de pies y manos y la segunda, de pies manos y axilas, con el consiguiente dolor y agobio comprensible.
A la mañana siguiente, y viendo el panorama, di yo en pedir “motu propio”, perdón por mis “culpas”, y que aquí no ha pasado nada, y lo más importante, conseguí que me fueran retiradas las correas de mi cama, fluyendo a partir de aquí todo ya con normalidad, relativa, porque no comprendía cómo existiendo dos salas para fumadores, no estaban aptas a tal efecto, prevaleciendo más la norma o la burocracia que la necesidad o la terapia paliativa consistente en dejar fumar a personas ingresadas sin consentimiento, sin su voluntad, con mucho “tiempo muerto” y fumadores ...
En este sentido, y aprovechando, yo me pregunto si hay residencias rurales en la sierra, donde los afectados puedan desahogarse, cortar leña, limpiar el bosque, cuidar animales o bañarse en aguas bravas o mansas,  que despejaran el espíritu o la mente de los enfermos mentales.
Bueno, al final resulta que lo que me dijeron fue que tenía falta de sueño.         


Diego de la Algaba.   

lunes, 16 de mayo de 2016

MIEDO

Miedo contenido
Miedo inexpresado
Miedo tragado
y no digerido
Miedo a veces paralizante
Miedo a los desconocidos
y a sus risas y sonrisas
Miedo a los vecinos
Miedo a usar el móvil
Miedo a Internet
y sus redes sociales
Miedo a que suene el móvil
y recibir una mala noticia
Miedo a poner la lavadora
y que reviente
Miedo a manipular la bombona
y que explote
Miedo a cocinar
y provocar un incendio
Miedo a comer
y a intoxicarme
Miedo a las obras y reformas
Empezamos una en casa ahora
Miedo a la lluvia
y al viento
y al sol
Miedo a reponer el papel
De la impresora de la URA
MIEDO A TODO ¡SOCORRO!



RETAZOS DE MI INFANCIA.


 Yo iba tranquilo, un día bonito como otro cualquiera. Mi madre no se dio cuenta de nada, no dijo nada y me metió en casa. Lo que pasó fue, que la vecina nos vio por la ventana, no la conocía de nada, mi madre no había hablado antes con ella, que yo supiese, y todo fue muy desagradable. La señora se puso a decirme “hay mi rey”, varias veces. Pensé que yo no era el rey de esa señora que yo no la conocía de nada. A mí no me gustaba porque no saludó a mi madre antes que a mí  y pensé que era muy mala persona.  Luego le pidió a mi madre que yo le tenía que llamar “tita”,  “tatas” a las hijas y “nano” al marido que resultó muy buena persona. Después me empezó a hablar una de las “tatas”, mi “tata” Eugenia y yo no podía echarle cuenta porque no me interesaba mucho lo que me decía. Un día me dijo que me fuese al campo con el “titi” y pensé que era su novio.  Ya me cayó bien. Lo conocí en el campo y enseguida se puso a jugar y a reírse mucho conmigo. Nos hicimos buenos amigos. Después fui un día a la playa pero la “tata” Eugenia me fastidió el día. 

Mi “titi” me había estado buscando una chancla que se me perdió y luego la enterró en la arena para hacerme una gracia, pero la “tata” me dijo que lo mirara no sabía lo que decía y al final tuve que echarle cuenta y mirar pero no fue nada. No me gusta la tata. La “tita” ya está muerta, un día en la boda de un vecino, por cierto muy buena persona, la “tita” me habló, yo iba a coger unas papas sin que nadie se enterarse, era una escusa para acercarme a mis vecinos y ella por detrás me dijo que si quería papas y yo pensé que lo hizo con mucha maldad.  Otro día en mí cumpleaños me dijo que si me compraba una tarta y yo le dije que si pero cuando fui a invitar a mis amigos ella  les dijo que si no tenían regalos  no venían  y así ha sido mi vida un infierno que el “titi” consiguió convertir en sueño.


F.

viernes, 13 de mayo de 2016

VISUALIZACIÓN POSITIVA

Este fin de semana he estado leyendo algo sobre psicología. Es algo que se puede aplicar a los miedos, pienso, pues yo lo he hecho sin saberlo muchas veces. Se trata de visualizar con anticipación de forma positiva los acontecimientos que vamos a vivir de forma que mediante ella nos animemos a la realización de una actividad que vayamos a realizar a la que en un principio le ponemos peros. Yo he tenido mis fobias a viajar fuera de la ciudad, cosa que sigo teniendo, pero en el pasado las he superado a veces y creo que esta visualización anticipada positiva me ayudó. Para ello una de las cosas que hice antes de viajar fue imaginarme como era mi situación antes de padecer las fobias. Yo cuando viajo disfruto con muchas cosas, sobre todo cuando viajo en autobús que es el medio que utilizo desde hace unos años, entre ellas del paisaje. En concreto muchas veces he imaginado los paisajes montañosos y verdes con cielos azules de la Sierra Norte de Sevilla, que para mí, en mi juventud, me llenaban y me llenan (lo que pasa es que ahora las visito poco) de felicidad y de paz simplemente con contemplarlos a través de la ventana del autobús.  
El visualizar en mi mente que la mañana en que voy a viajar veré estos paisajes me anima bastante. También imaginarme las calles de mi pueblo sobre todo de la zona en que he vivido tantos años llenas de esa luz y esa vida que tiene una mañana en ellas me ha ayudado en muchas ocasiones. Ir por ejemplo imaginándome la felicidad que voy a sentir si paseo por ellas como he paseado hasta hace un año aproximadamente tantas veces, salir a comer  al bar de al lado, estar tranquilamente sentado en el sofá al lado de mis seres queridos, etc. me ayudó bastante a vencer los miedos que tenía.  Imaginar anticipadamente los acontecimientos que vamos a vivir ayudándonos de los recuerdos nos puede ayudar mucho. Esto puede hacerse de memoria o como cuenta el libro que estoy leyendo ayudándonos con fotografías por ejemplo.      Espero que mi experiencia os pueda servir de ayuda. Un saludo.


Jesús

jueves, 12 de mayo de 2016

REVISTA DIGITAL BIMENSUAL "LO+"

Os presentamos el nº36 de nuestra revista digital bimensual "LO+". Como ya sabéis está editada y diseñada por los usuarios del programa de informática de nuestra Unidad. Esperamos que os guste.

miércoles, 11 de mayo de 2016

II FESTIVAL DE CORTOS Y SALUD MENTAL "CINE MENTAL".

El próximo día 16 de mayo se inaugura el II festival de cortos y Salud Mental " Cine Mental", que se celebrará hasta el día 20. Las proyecciones, de carácter gratuito, se realizarán el día 17 y el 18 por la mañana en el Aula Magna del Hospital Macarena a partir de las 11:00 horas y  por la tarde en el salón de actos de la Casa de la Provincia a  las 19:00 horas. Si queréis tener la información completa sobre el Festival podéis visitar su página Web en el siguiente enlace:   http://saludcinemental.org/
Aquí tenéis algunas de las propuestas del festival:




















lunes, 9 de mayo de 2016

LA MUERTE DE UN AMIGO

Para preservar la intimidad de mi amigo no diré su nombre. Total: ya es lo que menos importa porque lo verdaderamente importante es su desaparición física, su ausencia corporal. Ya queda sólo en los recuerdos de los momentos compartidos, que fueron muchos y muy positivos.
Éramos muy buenos amigos desde que fuimos por primera vez a la sede de la Asociación Asaenes. Nos presentó la trabajadora social, quien fue la que nos sugirió la idea de ir a la mencionada Asociación. Allí compartimos muy buenos instantes y conocimos a otras personas con similares problemas o idénticas circunstancias.
Su muerte me ha dejado un vacío enorme y doloroso. No la esperaba. Me resta una sensación de extrema soledad, de algo irrellenable e inconsolable. No se puede llenar con nada. No hay consuelo posible, sólo el paso del tiempo y la superación progresiva de algo ya completamente inevitable.
Es como morirse una parte de ti mismo. Como si te faltara un trozo de tu cuerpo, como si no estuvieras completo. Saber que ya no volverás a hablar con él, que se ha ido para siempre en ese viaje que todos tenemos que hacer, pero que él ha hecho demasiado pronto.
No conozco la causa de su muerte. Da igual: el vacío es igual de amplio. Ya no habrá más días en los que llegue a la Ura y mire a la silla de la sala de espera donde siempre se sentaba él, como si tuviese cogido el sitio.
Recuerdo nuestras largas conversaciones, muchas veces sobre temas intrascendentes, pero eso es lo menos importante. Lo importante es la unión que nos mantenía cercanos, importantes recíprocamente.
Recuerdo también que siempre que nos veíamos nos dábamos la mano. Era una señal de educación y de proximidad. Siempre estaba sudoroso por la medicación según él me contaba. Y es verdad: parecía que de sus manos manaba agua.
Tenía buen humor a pesar de todo. Lo recuerdo con una frecuente sonrisa. Y no era una sonrisa forzada sino bien cierta que aumentaba nuestra proximidad.
Tenía ganas de vivir a pesar de la enfermedad. Yo por lo menos lo consideraba una persona vitalista, con ilusión, aunque muchas veces atenuada por los males de nervios.
Espero que esté mejor en la nueva vida con Dios. Por lo menos yo tengo esa fe en otra vida mejor que ésta, aunque creo en ambas con la misma intensidad.
Él creía en el más allá. Yo creo como digo en ambos: en el más acá y en el más allá. Los dos son igual de importantes y hay que aprovecharlos con idéntica intensidad.
Pronto se cumplirán 24 años de la muerte de mi padre. Recuerdo que le metí en el nicho un ramo de flores con una dedicatoria: “Porque te vas me quedo”. Con eso quería decirle que aunque él se fuera yo iba a seguir viviendo con la misma ilusión, entre otras cosas en homenaje a él por todas las cosas que me había enseñado y por lo mucho que lo quería. Su ausencia no me ha restado ganas de vivir, como tampoco lo hizo la muerte de mi madre, acaecida muchos años después de la muerte de mi padre.
Dios da una energía tremenda que te proporciona de inmediato unas ganas de estar en el mundo intensas. Por eso creo que mi amigo está mejor ahora con Dios, en el paraíso, en un universo paralelo que le quitará todos los pesares que le aquejaban y que ahora le parecerán totalmente insignificantes.
Mi amigo tenía más o menos mi edad. Yo tengo 54. Ya me veo cerca de los 60 y tengo que cambiar muchas cosas para aprovechar más la vida. Tengo que luchar contra las obsesiones y lo debo hacer entre otras cosas por las personas que me quieren, para las que soy verdaderamente importante.
Muchas veces hay que obrar por los demás, no por uno mismo. O mejor dicho: muchas veces el hacer cosas por los demás nos beneficia a nosotros mismos como si fuera un mimetismo positivo.
Ya mi amigo no está, pero eso no importa. Nos veremos en ese universo paralelo del que he hablado y allí disfrutaremos eternamente de muchas cosas que quedaron pendientes.
Ojalá este artículo sirva para su consuelo y le proporcione alegría en el tránsito hacia la otra vida. Y espero que sirva también de consuelo para los lectores que hayan perdido recientemente a alguien importante.
Cuídate mucho, amigo mío, ahora que ya no puedo hacer nada más por ti. Espérame en el cielo, como decía la canción. Allí estaremos junto con Dios, como amigo común. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales