martes, 3 de noviembre de 2015

PARANOIAS

No hay cosa peor que las paranoias. Te invaden la mente, te hacen pasarlo mal, sufres como no hay en los escritos, y muchas veces no puedes dominarlas, pueden contigo.
Los ingresos son peores, eso de ingresar es bueno por un tiempo pero durante mucho tiempo es malo. La estancia es horrorosa, allí la gente se pelea, el sitio es agobiante, el trato en ocasiones no es todo lo bueno que debería ser. Se echa de menos que te escuchen, que te muestren afecto y que te ayuden a diferenciar  entre las paranoias y la realidad. Hay personas y personas y profesionales y profesionales y no todo el mundo es igual ni te trata del mismo modo.
Cuando se sale del hospital se siguen teniendo crisis y es difícil curarse  o al  menos pararlas. Lo que te alucina es ver tanto colorido cuando sales del hospital, porque allí es todo blanco. Estas encerrado como en una cárcel.
Es muy importante una vez fuera acudir, en mi caso, a la Unidad de Rehabilitación, porque allí nos entretenemos en los talleres y nos relacionamos con otros usuarios que pasan por lo mismo que yo.
También son importantes las familias. En mi caso mi madre es mi único apoyo, pobrecita mía esta súper quemada. Esto unido al trabajo tan duro que tiene hace que se le note en el rostro lo mucho que ha sufrido. Espero que  haya servido de ayuda mi humilde articulo. ÁNIMO!!!

Y.F.C.




3 comentarios:

unidaddiaerrenteria dijo...

De mucho, tu artículo nos ha servido de mucho. Muchos se han visto reflejados en tus palabras, tienes tanta razón en lo que se sufre y en la importancia de apoyos... Un abrazo y gracias por compartir tu experiencia

Anónimo dijo...

Estimada amiga; he leído tu breve artículo sobre las paranoias y estoy bastante de acuerdo contigo. Nos creamos muchas paranoias inútiles que nos ocasionan un numeroso sufrimiento. Sufrimiento que no podemos controlar y que muchas veces se apodera de nosotros. Respecto a los ingresos hospitalarios yo sólo he tenido uno en toda mi vida desde que padezco de los nervios. Y sólo puedo decir cosas buenas. A mí me sirvió mucho el ingreso. Fueron dos semanas y lo necesitaba realmente. Me llevaba bien con los compañeros y no tengo queja alguna de los profesionales. Se echa en falta es cierto más humanidad, pero hay que comprender que tampoco los profesionales pueden implicarse tanto con cada paciente porque perderían probablemente parte de su propio equilibrio personal. Tenemos que ser más comprensivos con los profesionales. Pero te entiendo y sé que se sufre mucho, pero hay que luchar lo máximo posible contra ese sufrumiento para seguir saliendo adelante y continuar demostrando al mundo que somos tan capaces como las personas que no están enfermas de los nervios. No somos tan raros ni tan distintos. Sencillamente padecemos enfermedades como otras personas padecen otras. Te animo a que sigas escribiendo más comentarios o artículos para que sepamos de ti poquito a poco. Un fuerte saludo de José Cuadrado.

Unknown dijo...

Pues que nos sirva de experiencia que cualquier ingreso no es agradable, a ver que se mire cada uno de donde cojea y se compre unas muletas nuevas para no volverse a caer, besos y animo