lunes, 28 de septiembre de 2015

LA MAGIA DE UN INSTANTE

¿Quién no ha querido inmortalizar un momento especial de su vida mediante una foto? Basta con abrir el álbum  de la memoria para recuperar las imágenes preferidas que quedaron plasmadas para siempre en el brillante trozo de papel.
Hay toda una galería de fotografías, partiendo por los nacimientos, los inevitables cumpleaños, los esporádicos casamientos y a veces, la enfermedad. Pero suelen ser las tomas espontáneas, de un día cualquiera en que nada especial se celebra, las más “decidoras”, porque no estamos posando para la ocasión: como cocinar, limpiar el jardín ,atender el teléfono, tender la ropa, descansar en el sofá favorito, acariciar una mascota y así un largo etcétera.
Pese a la tecnología actual perdura la magia de viejas fotos en blanco y negro de la época de los abuelos y como “Casablanca”, parecen tener más encanto con el paso de los años, porque reflejan una moda y estilo de vida que no llegamos a conocer.
La fotografía color no tendrá el tinte nostálgico de la anterior, pero tiene su propio encanto, sabe capturar las tonalidades que nuestros ojos nos brindan. ¿Quién no se deleita con los azules del cielo salpicados de nubecillas más blancas que la nieve?, ¿Quién no hizo una toma a los árboles en otoño, cuando sus hojas se tiñen desde el amarillo-caramelo hasta un profundo marrón-rojizo? , ¿Qué sería del calidoscopio de la moda (estilo Ágata Ruiz de la Prada) si tan solo reflejáramos las tonalidades grises?
Así como el contraste blanco-negro otorga dramatismo a las imágenes (retratos, paisajes desolados, enfermedad, etc.), el color tiñe de vivacidad las fotos, porque así es la vida : de colores, a veces claros y otras oscuros.
Las fotos familiares y las de los amigos suelen disputarse el sitial de honor entre nuestras preferencias. ¿Quién no guarda una imagen de su primera comunión con un vestido largo y blanco como el de una novia?, ¿Quién no atesora el grato recuerdo de un amigo haciéndole burla a la cámara o disfrutando unas merecidas vacaciones en nuestra compañía? , ¿Qué decir de los animales de compañía, sea una gatita blanca arrebujadita en una esquina del sillón o una perrita azabache corriendo tras una pelota rota de tanto mordisquearla?, ¿Y qué hay del gracioso de la familia que amenaza con estropear el rollo de película con sus múltiples monerías?.
Así como la televisión no terminó con la radio, ni Internet con los periódicos, las nuevas tecnologías no acaban con la fotografía, que es un arte en sí, esté en manos de profesionales-como los reporteros gráficos-, o de simples aficionados como somos todos nosotros.

Rosa 

3 comentarios:

Blog Unidad Rehabilitación Salud Mental Hospital Macarena dijo...

Rosa, yo también tengo muchos recuerdos recogidos en fotos. Unos de familia y otros de viajes y acontecimientos por los que ha transcurrido mi vida. Los mas antiguos, como te ocurre a ti, son en blanco y negro. He visto fotos de hace muchísimos años, alguna muy antigua, como por ejemplo algunas de la familia de mi madre, una curiosa en la que salía mi madre con cinco o seis años en el colegio. Imagínate la de años que tiene, mi madre ha cumplido hace unos meses los 89 años. En este sentido te permite ver imágenes de incluso cuando tu no habías nacido o faltaban muchos años para que este acontecimiento se diera, como es el caso de la citada foto. Es muy interesante tenerlas y conservarlas, aunque hoy en día se hacen tantas fotos que es prácticamente imposible conservarlas todas. En mi caso, podría hacer fotos con el móvil, pero llevo un tiempo en el que hago muy pocas fotos y hago solo algunas, las mas necesarias.

Jesús

unidaddiaerrenteria dijo...

Las fotos son mágicas, nos trasladan a momentos de nuestras vida que con el tiempo solemos además mitificar. Nos nutren de recuerdos, nos dan una identidad, un pasado, una prueba de que muchas de las cosas vividas, pese a parecer irreales, no lo son, han sucedido. Estamos contigo, las nuevas tecnologías no podrán acabar con las fotos. Muy buen artículo, Rosa.

Blog Unidad Rehabilitación Salud Mental Hospital Macarena dijo...

Jesús, me identifico mucho con lo que cuentas, yo también tenía muchas fotos en blanco y negro no sólo de mis abuelos y padres sino de mi infancia.Ahora las tiene mi hermana pero viven en mis recuerdos. No tengo móvil capaz de sacar fotos pero no lo extraño porque en verdad creo que sacaría poquísimas hoy día. Gracias mil por tus palabras y perder el tiempo respondiéndome
Al amigo o amiga de REntería, me encantaría que pusiera un nombre o seudónimo para responderle porque siempre hace unos comentarios muy oportunos y quisiera personalizar mi comentario. Coincido en todo, especialmente la frase que dice que pese a parecer irreales son cosas que han sucedido y las fotos nos refrescan la memoria.
Rosa