lunes, 17 de agosto de 2015

MI VERANO ACTUAL


Este verano 2015 para mi esta siendo hasta el momento algo más entretenido que otros años anteriores, estoy conociendo nuevas personas y contactando con ellas a menudo.  Estoy quedando muy frecuentemente para tomar algo e intercambiar impresiones, compartir risas, gustos, aficiones, momentos agradables, o sea, lo habitual cuando conoces a gente.   Conocí a principios del mes de abril a una chica con la que me estoy viendo más. Es una chica bastante madura, con ella comparto todas mis inquietudes y mis pensamientos más íntimos, es una chica en la cual he depositado mucha confianza al igual que ella en mí. Voy de vez en cuando a la piscina de la comunidad donde ella reside donde se está muy tranquilo. Entre semana sigo asistiendo al gimnasio tres días a la semana durante dos horas diarias. He ido a la playa algún día suelto con mi amiga, donde estuvimos relajados aunque ese día estuvo bastante nublado y con mucho viento.
Mi verano esta siendo realmente relajado en el aspecto mental en lo que se refiere a la enfermedad, me controlo fácilmente cuando empiezo a alterarme aunque como persona que soy casi siempre suelto alguna palabreja algo ofensiva y algo inmadura cuando llego a ese punto límite de tensión que todos tenemos, aunque esto depende del carácter y temperamento de cada cual. Lo dicho, hasta el día de hoy final de la primera quincena del mes de Agosto mi mente esta relajada, siempre en sentido de no tener una gran preocupación personal, gracias a Dios.

Cada vez que voy a la playa me quedo mirando bastante tiempo hacía el horizonte, es decir, más allá del mar y de sus olas, y me pongo a pensar y recuerdo en la cantidad tan grande y abismal de agua que abunda en el planeta, y pienso que debe de ser impresionante verlo desde lo más alto. Seguramente una de las mejores formas de ver el mar y otras zonas de la tierra, sea practicando paracaidismo, es un deporte muy arriesgado y no apto para todos, pero la vista tiene que ser genial.

Bueno, volviendo al tema de la playa, estando allí , y si estás echado en una tumbona, escuchando el sonido del las olas de mar, del algunas gaviotas, y del viento, tu mente cambia el chip automáticamente, sabes que no estás en el ambiente casi caótico de la ciudad, que no hay trafico, que  no hay aire contaminante, que no tienes ese estrés y esa ansiedad de casi todos los días, todo eso, lo piensas y hace que tu mente se vaya limpiando de pensamientos y paranoias negativas, es como un reseteo mental positivo. La verdad es que en la playa y en el mar es donde más nos podemos relajar en todos los aspectos, aunque para las personas que tenemos la enfermedad nos viene muy bien para nuestra mente. En fin , a seguir disfrutando de este verano.

Jaime.