viernes, 27 de marzo de 2015

RAZONES PARA ESTAR BIEN

Últimamente he leído algunos artículos muy interesantes donde la muerte parece ser la protagonista. Esto me ha llevado a pensar en lo opuesto, es decir ¿qué cosas nos gustan . Suelen ser cosas cotidianas y sencillas, pero que realmente hacen que merezca la pena el vivir. Aquí voy a enumerar  algunas de mis razones.
Tener un  techo donde cobijarse cuando hace frío intenso o llueve, y una cama para reposar en las largas noches.
Escuchar suaves melodías en la voz de Cecilia o Naná Mouskouri , el poético Joan Manuel Serrat  o la potente voz de Nino Bravo.
Disfrutar de algún dulce capricho de vez en cuando, como un croissant o donuts
Ocuparse de las mascotas y jugar con ellas como hacíamos en la infancia.
Apreciar los días soleados de Sevilla, tan escasos en la zona norte de donde soy originaria  (León), y los árboles floridos que perfuman las calles
Encontrar en la URA un ámbito ideal para desahogarse, conocer historias personales que merecerían ser noveladas y charlar de bueyes perdidos
Retomar la lectura, desde el blog hasta algún libro prestado, hábito que hacía años tenía olvidado
Igual podría decir del  escribir, antes una necesidad cotidiana y ahora un placer esporádico
Ser conscientes que nuestra familia nos quiere, aunque no terminen de comprender los síntomas de la enfermedad, el caso es que están ahí, apoyándonos
Ilusionarse con la posibilidad de hacer un curso interesante o encontrar empleo, para sentirnos más independientes
Mirar los programas “Ahora caigo” y “Boom” y alegrarme cuando acierto algunas de las respuestas de los concursos.
Ya lo ven, son pequeñas cosas pero nos arrancan una sonrisa, ¿y a ti amigo lector, qué te resulta placentero? Lo esencial suele ser no perder la capacidad para sorprendernos con las cosas de todos los días, ésas por las cuales merece la pena levantarse.

Rosa 

PASEOS ONÍRICOS III

Bebo a tus pies y te muestras tan  fría 
¿Qué  te  puedo  enseñar? 
Besos  de  infusa lucidez 
amados como palomas 
que juegan revoloteando de forma parpadeante 
puntadas al aire. 
Ojos de anunciación dulce 
que se queman como  orquídeas de miel. 
Junto a mi barca que mimas 
espero que por ti me  juzguen las horas. 
Cada noche compartiendo el manto de perlas brillantes, 
de diamantes rosados 
con el continuo cantar del inclemente viajero
 que cruza cerca del horizonte 
donde comulgan la línea del Este  y el Oeste, 
del Norte y Sur, 
donde se juntan el cielo y la tierra.  
Allí se nubla la mirada de Atlantes 
miopes que silban  al viento
 canciones de los infiernos. 
Me dejo llevar por el  destino 
en ausencia de tu amor. 
Ya  no puede esperar más el olvido.
Ya tu piel siente 
que paran a solas  las manos 
nacen de los pétreos rayos 
renunciando  a la soledad del camino. 
Compás  por el batir de las alas de la alondra. 
Somos gotas de lluvia, 
somos revoques del mar, 
somos aire que se respira en la orilla de la playa. 
Un sol de paños azules. 
Respirar tras el disfraz de voces a contraluz
de murmullo de flaquezas débiles de la lejana india. 
De trompas de elefante que miran al cielo 
con antojos de fortuna de alfiles y alcobas descubiertas.  

Pedro.


LA PRIMAVERA YA LLEGÓ.

Empieza la primavera y empiezan los problemas, que si las alergias que si el calor, cuando no la lluvia, que si los olores.  Se ven cochecitos de niños, bicicletas, patines, gente corriendo. Se complica más con la Semana Santa. Todos los años, aquí en Sevilla es el acontecimiento más importante de todo el año; lo malo es cuando llueve,  entonces los pasos no pueden hacer la estación de penitencia, la gente no sale y esto se convierte en un motivo de desilusión, de  frustración después de tantos preparativos a lo largo del año.  Aparecen los amoríos, "la primavera la sangre altera". Este año se ha alargado el invierno, estamos a finales de marzo y todavía hace frío, llueve y el sol casi no sale. El próximo domingo empieza la Semana Santa y no se sabe cuando va a escampar. No se puede pasear por los parques, caminar por la calle es un suplicio; se puede ir al cine, quedar en casa de uno, de otro y pasar allí la tarde. Personalmente me gustan las primaveras soleadas, calentitas, agradables. Pero pasa que cuando en invierno no llueve o llueve poco, tiene que llover en primavera, porque los cultivos, los pantanos lo necesitan. Este año en el norte ha habido inundaciones, pero en el sur ha llovido poco.
La lluvia es bonita, pero cansa, aburre, y a veces provoca hecatombes.

Deseando que  aparezca la primavera pura y dura. Que las plantas y los árboles florezcan, que se llenen de azahar y demás flores. Han dicho en las noticias que va a cambiar el tiempo, esperemos que no se equivoquen.

Cecilia.

jueves, 26 de marzo de 2015

CRÍTICA DE CINE: "FOXCATCHER"

Se trata de una producción estadounidense del año 2014 dirigida por Bennett Miller, director entre otras de la muy interesante Truman Capote, donde el actor Philip Seymour Hoffman hace una verdadera recreación del polémico escritor. Philip falleció hace varios meses víctima de una sobredosis de drogas. Tenía cuarenta y pocos años y deja un legado cinematográfico más que interesante a pesar de su juventud.
De los actores de Foxcatcher destacan los protagonistas y una secundaria:
Channing Tatum: de comedias gamberras ha pasado a ser un actor cada vez más serio. Aquí, en la cinta que comentamos hoy, esta muy bien como deportista de lucha. Tuvo que hacer un entrenamiento especial para ganar musculatura, lo que nos da idea de su profesionalidad. Mark Ruffalo: cada vez está más asentado en Hollywood y le llueven los papeles. Hace de hermano mayor de Channing. También es luchador, aunque sin tanta suerte como su hermano pequeño.
Steve Carell: es un actor habitual de comedia. Aquí sin embargo hace un papel muy serio de rico heredero obsesionado con la lucha. Está irreconocible por el maquillaje, especialmente por la enorme nariz que le han puesto. Ha estado nominado este año al óscar al mejor actor principal, pero no lo ha conseguido.
Lo ha logrado el protagonista de La teoría del todo, que hace una magnífica recreación del científico Stephen Hawking. Foxcatcher ha estado nominada también a otros cuatro óscars, pero finalmente no ha obtenido ninguno. Y Vanesa Redgrave: hace un papel episódico de madre de Steve Carell. Odia la lucha, por lo que las relaciones con su hijo no son precisamente buenas. Ya está muy mayor y además sale envejecida en la película. Cuando muere, Steve casi ni lo siente, o mejor cabría decir que siente más la pérdida de la deseada medalla que la muerte de su propia madre.
La película está basada en hechos reales , lo que le da una interés especial a la cinta al saberse precisamente que los acontecimientos que ocurren en ella son verídicos.
La cinta está contada con un tono moroso, muy lento, lo que explica su largo metraje de 2 horas y 14 minutos, pero no aburre en absoluto nunca. Sólo hay reiteración de escenas que son innecesarias y que haría que la película fuera más corta y ganara más en ritmo.
La película no está recomendada para menores de 12 años, calificación moral con la que estoy de acuerdo. Y cabe incluirla en la categoría genérica de drama como ahora veremos por el argumento y la trama.
Foxcatcher cuenta la historia de Mark Schultz, un medallista de oro en las Olimpiadas de Los Ángeles de 1984. Resulta que el rico heredero John E. du Pont, maniático de la lucha, quiere contratarlo para su mansión para crear un centro de entrenamiento a alto nivel para conseguir también la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988. Mark accede fundamentalmente para alejarse de su hermano, a cuya sombra está siempre, y centrarse en los entrenamientos y no obsesionarse tanto con que su hermano esté siempre por delante de él, aunque Dave, el hermano mayor, no haya conseguido nunca una medalla olímpica.
Las interpretaciones están claras: Mark es Channing Tatum, Dave es Mark Ruffalo y du Pont es Steve Carell. Todos están magistrales en sus respectivos papeles. Destaca Steve Carell, cuya interpretación justifica perfectamente la candidatura al óscar al mejor actor principal, pero es que la interpretación de Stephen Hawking es francamente insuperable.La ambición de du Pont es tan grande que quiere que todos los luchadores que representarán a Estados Unidos en los Juegos de Seúl entrenen en su mansión, para lo que promete 500000 dólares anuales para la Federación de lucha. Así se unirán todos a su grupo particular llamado Foxcatcher, literalmente en inglés “el cazador del zorro”.
El nombre aparece continuamente a lo largo de la película. Su logotipo es un zorro, que es lo que significa la palabra fox en inglés, parte de la palabra total que designa al grupo de luchadores directos de du Pont. Hay en su habitación de trofeos una estatua de un zorro. Allí se va a pensar y a purgar sus problemas cuando los tiene.
Tanto Mark como du Pont dan conferencias como actividad paralela a su preparación para los Juegos de Seúl. du Pont intervendrá en la categoría de mayores de 50 años. Mark lleva siempre puesta en las conferencias la medalla de oro de Los Ángeles  e insiste en los colegios a los que va en los valores del deporte para la formación de la persona adulta. du Pont por su parte insiste en su labor filantrópica apoyando en todo momento a la lucha o wrestling, que es como se la conoce en Estados Unidos y en realidad en todo el mundo. Todos habremos visto alguna vez escenas de competiciones de lucha en televisión o en directo. Du Pont ejerce de entrenador de Channing Tatum, Mark, quien ha tenido que aprender numerosas llaves para poder hacer la película. Después du Pont piensa         que su hermano Dave o David, como se le llama alguna vez en la película, podría ser mejor entrenador y du Pont sólo entrenador auxiliar. Así sucede, en contra de la voluntad de Mark, aunque después lo aceptará de buen grado.
Van a Pensacola, Florida, para las pruebas de calificación para los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Mark pierde el primer combate al mejor de tres. Gana los otros dos y se clasifica para las Olimpiadas, donde no puede repetir medalla, llevándose du Pont una enorme decepción al comprobar que todos sus esfuerzos, incluidos los económicos, no han servido de nada porque Mark ha fracasado. Para du Pont no existe la frase que dice que lo importante es participar. Su decepción la rumiará du Pont en su sala de trofeos y llegará a una conclusión drástica: el responsable del fracaso de Mark es su hermano Dave y decide matarlo. Le pega tres tiros y espera tranquilamente que venga la policía a detenerlo. 
Es juzgado y condenado por asesinato. Su madre ya ha muerto. Dave será incluido en el Salón de la Fama de la Lucha. Mark abandonará la práctica de la lucha después de Seúl y se dedicará a ser instructor de lucha en Oregón. Y du Pont morirá en prisión en 2010. El drama se ha completado. Queda muy clara toda la historia. Insistimos: completamente real.
La música de la cinta va en consonancia con la película y su estilo: es cadenciosa, muy lenta, pero muy bella, como bella es la fotografía que nos ofrece la dura vida de los entrenamientos y la competición oficial.
 La película ha sido distribuida por Vértigo, pero no ha gozado de publicidad alguna. Yo mismo la descubrí por casualidad en las carteleras de los cines Nervión Plaza y leí el argumento y me interesó. Pero me temo que la carrera comercial de la cinta será muy corta. Espero que mi crítica ayude a que más gente vaya a verla.
En definitiva, se trata de una buena película, con estupendas interpretaciones y un excelente guión que deja un sabor agridulce en el alma cuando termina.
Le concedo tres estrellas y recomiendo su visionado. Salud y suerte.

José Cuadrado Morales

miércoles, 25 de marzo de 2015

QUEVEDO Y SU ASTUCIA

Quevedo estuvo en el Consejo de Castilla, por lo que coincidía con D. Luís de Góngora, de ahí su rivalidad.  En cierta  ocasión  se apostó con otra persona que era capaz de insultar a la Reina (Mariana de Austria, esposa de Felipe IV).  Así, escogió una rosa roja  y un blanco clavel, diciéndole a su majestad: “Majestad, entre el clavel y la rosa, su majestad escoja”. Esto lo escribió en un papel, que le ofreció a la Reina en una cena.
Al margen de la rivalidad  personal, también la había cultural: Góngora era  culturalista, por lo que primaba más la forma poética, que el fondo que quería transmitir. En cambio, Quevedo era conceptista, esto es, prima el fondo sobre la forma, o el contenido sobe e continente; Pero era tal la capacidad de Quevedo, que construía poesías sublimes, y a la vez, sencillas  y de comprensión posible. Aquí os dejo una de las más conocidas.
  
A UNA NARIZ

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un pez espada muy barbado.

Érase un reloj de sol mal encarado,
érase un alquitara pensativa,
érase un elefante boca aariba,
era Ovidio Nasón mas narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,
las doce tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísima nariz, nariz tan fiera,
que en la cara de Anás fuera delito.


Diego de la Algaba.

SER DETALLISTA

Mostrar detalles hacia una persona es uno de los aspectos más apreciables, valorables, y tenidos en cuenta. Alguien muy detallista dice mucho de si. Los detalles más valorados bajo mi punto de vista son aquellos que no se esperan, esos que causan mayor emoción y alegría, y quizás, son los que pueden llegar a que la otra persona empiece a sentir cosas bonitas, cosas de esas que no se saben explicar con palabras, solo con gestos, con una sonrisa, con un abrazo, o con un beso.
Un ramo de flores o una simple rosa sin que sea día de San Valentín, un perfume con aroma seductor, una cena romántica sin ser un día especial, ofrecerse a acompañarla cuando no lo hace nadie, una bonita canción con una letra que llegue al corazón, Son muchos los gestos que se pueden mostrar.
Los detalles más valorados son los que salen del corazón y sin que nadie te los aconseje, solo saliendo de uno@ mismo, siempre es ofrecerse en todos los aspectos. Muchas veces se valoran más los detalles cuando acabas de conocer al alguien, aunque un detalle siempre es un detalle.


Jaime

lunes, 23 de marzo de 2015

PRIMER AMOR

Yo estaba entrando en la adolescencia y él tenía 4 años más por lo que ya  cursaba estudios secundarios, así que lo veía como a un adulto. Éramos  vecinos. En mi casa siempre había bullicio porque con mis 3 hermanos  solíamos discutir o reír a menudo. Él,  hijo único, mimado, solía venir a casa a buscar a mi hermano varón o compartir un juego de brisca con la familia. A veces lo escuchaba tocar el piano y cantar, practicando lecciones de solfeo, pues  integraba un coro juvenil. Otras veces me hacía reír con sus dotes actorales, como cuando personificaba a Miguel Strogoff, que pese a recibir l00 disparos era capaz de cumplir su misión y entregar el correo al zar.  Se especializaba en imitar personajes de libros de aventuras o películas de acción. Esa era su mayor virtud: la facilidad con que me arrancaba una sonrisa. Lo admiraba  por su innata simpatía, con la cual era imposible permanecer impasible  o estar triste.Durante un par de años se repitieron sus visitas a casa, pero un día se mudó de barrio y así se cortó el contacto con mi primer amor platónico. Recuerdo un día en que estábamos en la escalera y  él  me dio un beso en la mejilla que me hizo ruborizar.
Pasó muchísimo tiempo sin vernos, pero un encargo de mi hermano propició el reencuentro. Estaba igual, como si el tiempo se hubiera congelado: la misma carita delgada, los ademanes nerviosos de sus manos y su alegría permanente. Nos contamos las historias vividas en una década  desde que nos  separamos y él confesó que yo le gustaba cuando jugábamos  a las cartas, Fue el mejor piropo que recibí en mi vida, porque él también me gustaba, pero por timidez lo guardé en silencio.
Después las circunstancias nos volvieron a separar,  pero el sabor dulce de su recuerdo me acompaña hasta el día de hoy.


Rosa 

jueves, 19 de marzo de 2015

MI PADRE

Éste es un artículo como el de “Mi madre”, que no necesita guión previo porque está escrito por la propia vida, por el cerebro, por las experiencias vividas y compartidas con mi padre.
Parece que fue ayer, pero han pasado casi 23 años desde aquel 25 de octubre de 1992 cuando yo, la que entonces era mi mujer y mi hijo de sólo 2 años fuimos a casa de mis padres a visitarlos. Mi hijo guarda memoria de aquello, lo que me dice que tiene una memoria afectiva muy grande, de la que me enorgullezco. Estábamos viendo un partido de fútbol en el que participaba el Barcelona cuando mi padre se puso muy mal y tuvimos que irnos para el Hospital Virgen Macarena.
Allí lo colocaron en un carrito en un pasillo, como si fuera un mueble más, lo ataron a una máquina que sólo marcaba ceros. Según mi cuñado eso significaba que mi padre tenía la muerte clínica, que en cuanto lo desconectaran  de la máquina fallecería. Me dio un vuelco el corazón. Le preguntaron a mi padre qué familiar quería que se quedara con él y mi padre me escogió a mí. Nunca sabré por qué porque era absurdo preguntarle sus razones. El caso es que yo me quedé con mi padre a solas. Era la última conversación de su vida, algo que me marcó mucho.
Estaba de buen humor a pesar de todo. Bromeaba con el pijama que le habían puesto porque decía que le hacía muy erótico porque estaba muy despechugado. Me contó un chiste. Yo le agarraba la mano constantemente. Creo que nunca había estado tan cerca físicamente de mi padre como en aquella conversación, la última de su vida. Dedicada a mí. Nunca se lo agradeceré bastante a mi padre. Y no sé lo que pensaron mi madre y mis hermanas de ello. El caso es que yo fui el último en ver a mi padre con vida.
Efectivamente: cuando yo lo dejé lo desconectaron de la máquina y murió. Mi cuñado nos informó de la mala noticia y me causó un shock tremendo. Me quedé muy deprimido, pero feliz al mismo tiempo porque había estado con mi padre poco antes de morir.
Lo llevaron el tanatorio. Mucha gente pasó por allí: amigos porque entonces yo tenía por mi condición de escritor muchas relaciones sociales, familiares, etc… Y en la iglesia hubo mucha gente porque mi padre nunca hizo mal a nadie y conocía a mucha gente por su carácter afable y su condición machadiana de hombre bueno.
Pero retrocedamos en el tiempo: mi padre conoció a mi madre y estuvieron 12 años de novios. Entonces se estilaban los noviazgos largos y con carabina. Allá donde iban los dos tenía que ir una persona vigilando todo lo que hacían. Después se casaron el 18 de abril de 1959 y estuvieron 33 años casados. Un matrimonio feliz a pesar de todas las adversidades que tuvieron que pasar.
Se fueron de viaje de novios a Asturias. Y decidieron quedarse a vivir allí. Antes de la boda mi madre le lanzó un ultimátum a mi padre: “O el fútbol profesional o yo”. Mi padre era futbolista profesional y abandonó su carrera para estar con mi madre. Pero en Asturias mi madre tuvo que ceder para poder vivir y mi padre se enroló en las filas del Ensidesa, un equipo puntero de entonces que hoy jugaría en la Segunda División, llamada Liga Adelante. El fútbol era el medio de vida de mis padres.
Pero mis padres no contaban con que mi padre se iba a poner malo de los nervios por culpa del clima tan malo del norte y se tuvieron que volver para Sevilla en diciembre de 1959. En febrero nacería mi hermana mayor, que por los pelos no es asturiana. Y por los pelos yo no soy asturiano porque vine poco después.
En Sevilla mi padre trabajó en otros dos oficios: pintor de brocha gorda y camarero. Como pintor trabajaba por su cuenta en todo lo que le salía. Recuerdo cuando pintaba nuestra casa cómo cantaba flamenco, una de sus pasiones. Cantaba divinamente y podría haberse dedicado profesionalmente al cante, pero la enfermedad de nervios se lo impedía. Eran otros tiempos y la enfermedad mental estaba más estigmatizada aún que ahora. Yo veía a mi padre feliz cantando y me sentía feliz por ello, pero no se lo manifestaba. Era muy  cerrado en la expresión de sentimientos con mi padre.
En cuanto a camarero trabajaba para un tal Sr. D. Juan, que tenía dos bares: el Bar Sevilla en la calle Marqués de Paradas y el Bar La alegría de San Marcos en la Plaza de San Marcos, ambos de Sevilla capital. Aquí trabajaba como es lógico por cuenta ajena. Recuerdo que el Bar La Alegría estaba pegado a la capilla de la Hermandad de Los Servitas, de la que mi padre me hizo hermano con sólo 10 años cuando todavía no aceptaban a niños en la cofradía, pero le hizo el favor un amigo de la Hermandad que frecuentaba el bar. Llevo 43 años de Hermano. Tengo el número 72 y me siento orgulloso de haber sido nazareno y costalero con tan sólo 13 años del paso del  Cristo de la Providencia y Nuestra Señora de los Dolores. Mis padres también se sentían orgullosos de mí porque invertía mi tiempo en cosas positivas.
Por sus problemas de nervios mi padre estaba de baja una y otra vez , y mi madre tenía que dar la cara continuamente ante el Sr. D. Juan. Se humillaba para que no despidieran a mi padre. El dueño de los bares aguantó durante años los altibajos de mi padre hasta que se hartó y lo despidió. Recuerdo que yo estuve en el acto de conciliación. Le dieron una miseria de dinero y lo despidieron sin  más. Recuerdo que odié al Sr. D. Juan cuando despidió a mi padre y vi lo mal que éste se había quedado, pero no dije nada. No había nada que hacer.
En los malos momentos mi madre sacaba adelante a la familia: trabajaba en lo que fuera, vendiendo pescado por las casas, sirviendo en varias casas, cosiendo para la calle, todo lo que saliera y fuera honesto. Mi madre tenía un carácter muy fuerte que ya expliqué en el artículo dedicado a ella.
Cuando echaron a mi padre del trabajo no se arredró. Alquiló a un tío de mi madre una  taberna y la llevó conmigo durante dos años. Él trabajaba por la mañana y yo por las tardes. Abría también la tarde del sábado y la mañana del domingo. Sólo cerrábamos lo domingos por la tarde, que era un desierto la Plaza de San Marcos. Me siento orgulloso de este trabajo de tabernero. Creo que es el trabajo en el que más feliz me he sentido, y han sido muchos.
Llegó 1986 e hice las Oposiciones a la Junta de Andalucía como Auxiliar Administrativo. Las aprobé y conseguí la exclusiva: trabajaba mañana y tarde, por lo que tuve que dejar la taberna. Mi padre entonces la cerró porque no se encontraba con fuerzas de estar todo el día en ella. Se dedicó entonces a vender papeletas y cupones hasta su muerte. Con eso y su pensión por enfermedad fue tirando hasta el final de sus días. Mi madre estuvo siempre a su lado.
Mi padre padecía de dipsomanía, asociada fundamentalmente a la cerveza. La superó después de varios años luchando con psicoterapia, pastillas y la ayuda de un neuropsiquiatra llamado Jesús Romero, que sería el primer médico en verme a mí cuando yo caí malo de los nervios. Ya estaba muy mayor y no se encontraba para muchos trotes.
También padecía de fugas epilépticas, es decir, se iba de vez en cuando varios días a un sitio que sólo él sabía y dejaba a mi madre con el corazón en un puño. Aparecía oliendo mal. Normalmente se iba al río. Solía traerme un regalo, como para pedirme perdón por hacerme daño al sufrir por no saber qué era de él durante los días que estaba fugado. Yo veía su cara triste y apenas le demostraba afecto. Le daba un golpe en la espalda de apoyo y poco más. Quizás le culpabilizaba por estar yo malo de los nervios. Nunca lo sabré.
Los últimos años fueron los más felices de su vida. Vendía sus papeletas y cupones y como yo trabajaba en la Junta de Andalucía tenía dinero para pagarles a mis padres un viaje a Lanjarón todos los años para tomar las aguas. Mi madre siempre me decía que mi padre disfrutaba enormemente. Murió de una embolia a los 61 años, demasiado joven para morir.
Siempre tuve su apoyo a mi trabajo de escritor. Yo en su ataúd le metí varios regalos que le acompañaran en su viaje al otro mundo, entre ellos una carta donde le prometía que seguiría adelante estuviera como estuviera. Y hasta ahora lo he cumplido. Y han pasado casi 23 años…
Cuando gané el segundo premio de la Institución Literaria Noches del Baratillo mi padre se alegró mucho. Yo empecé a entrar en el mundillo literario. En 1988 fundé mi propia tertulia, Alba de Mares. Mi padre iba todos los martes a donde nos reuníamos, el bar El Rinconcillo, en la calle Gerona de Sevilla. Él no salía nunca por las tardes salvo para ir a la tertulia a estar conmigo. Siempre agradecí su apoyo incondicional y lo expreso aquí en estas sinceras líneas.
Siempre que hacía actos literarios (debates, mesas redondas, conferencias, recitales de poesía y un largo etcétera) allí estaba él , sobre todo si eran en la Biblioteca Pública antigua en la calle Alfonso XII de Sevilla. Nunca me faltó, insisto, el calor literario de mi padre.
Y a él siempre le faltó mi calor. Tengo una deuda de afecto con mi padre, exactamente igual que tengo una deuda de afecto con mi madre. Tengo que pagarla en otro mundo, allí donde se encuentran mis padres, juntos y felices.
 Admiro a mi padre porque supo superar las enfermedades. Supo superar el mono de las pastillas, como yo estoy luchando ahora por superar la reducción de la medicación, uno de los propósitos para el año 2015 que expliqué en mi artículo “Año nuevo, ¿vida nueva?”
Mi padre, de no haber estado malo de los nervios, hubiera llegado a ser un futbolista conocido porque era un excelente extremo izquierda de los de antes, de los del número 11. Marcaba casi siempre varios goles por partido. Estaba entonces muy delgado. No le sobraban kilos como me sobran a mí ahora.
También podría haber sido un excelente cantaor de flamenco, pero los nervios truncaron sus aspiraciones. Pero nunca se vino abajo del todo y luchó sin parar, dándome en silencio un ejemplo a seguir en mi propia vida ahora que el que está malo de los nervios soy yo.
Lo quiero mucho esté donde esté y le doy las gracias por todo. Ya nos veremos algún día cuando yo fallezca y podremos pagar todas las deudas. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

miércoles, 18 de marzo de 2015

V OLIMPIADAS DEPORTIVAS "UNIDOS POR EL BALÓN Y LA SALUD MENTAL"

Ayer se clausuraron las V Olimpiadas “Unidos por el balón y la salud mental”. Desde hace varios años profesionales y usuarios de distintos dispositivos de atención a la personas con trastorno mental de la provincia de Sevilla (Unidades de Rehabilitación, Comunidades Terapéuticas, TIC, HPP, ASAENES y Centros Ocupacionales y residenciales de FAISEM) vienen organizando esta actividad deportiva y de convivencia que pretende la divulgación e instauración de hábitos de vida saludable fundamentalmente a través de la práctica deportiva. Este año además de las competiciones habituales, se ha contado con una serie de clases magistrales sobre Marcha Nórdica, Baloncesto y Pádel, exhibiciones de Voleibol y gimnasia, charla - coloquio sobre hábitos de vida saludables en personas con trastorno mental y actividades lúdico-deportivas como una marcha en bici o una Yincana organizadas en el parque del Alamillo y Centro deportivo San Pablo.
Con respecto a la jornada final celebrada ayer en el centro deportivo Amate, comentar que al igual que en las jornadas anteriores la participación fue muy alta, cerca de 250 participantes compitieron en las distintas disciplinas (padel, pimpón, dardos, ajedrez, fútbol chapas, tiros de penalti, tiros de falta directa, triples a canasta, bolos y petanca). Por suerte y como viene siendo habitual en todas las ediciones el ambiente fue muy agradable, hubo risas, diversión, espíritu de superación y lo principal, interés por seguir practicando alguna actividad deportiva.
En esta ocasión los participantes de nuestra Unidad consiguieron el primer puesto en Ajedrez, Bolos y Dardos, felicidades a Maria José, David G. y David R.
La jornada acabó con un emocionante partido entre el equipo de veteranos del Camas FC, en el que juegan antiguas figuras del Betis y del Sevilla contra una selección de los jugadores de los equipos de nuestra liguilla y la posterior entrega de premios.
No se pueden olvidar los regalos, bebidas y snacks ofrecidos por distintas entidades colaboradoras, desde el Blog damos nuestro agradecimiento especial al personal de cocina del Hospital Macarena, que como en años anteriores nos prepararon bocadillos para todos  los participantes.

Os mostramos algunas fotos de los eventos, todas las personas que aparecen en ellas han dado su consentimiento expreso para hacerlo, si aun así alguien no desea que su imagen aparezca no tiene más que comunicarlo y la retiraremos de inmediato.



















martes, 17 de marzo de 2015

ÁNGEL alias "PALITO"

El apodo “Palito” de Ángel responde a la dedicación de su Padre, y que Él, en su infancia tenían: recoger “Palos de Arozul” (paloduz), producto que como otros, (algarrobos, con los que se hacían bocadillos), paliaban en gran medida, la escasez  de buena parte de  la población de la postguerra.
Como se suele sentar en la Plaza, tenemos cierta relación, y rato a rato he ido conociendo la parte de su vida que  ha querido contar;  Así, por ejemplo, fue al colegio del Maestro Bazán, (famoso en el pueblo por su crueldad, como hacer arrodillarse a un niño con los brazos en cruz, posarle  algún libro en las manos…..o  alzar a pulso a algún alumno, cogiéndolo con las patillas) en el colegio aprendió las cuatro reglas, leer y escribir.
Cuando le llegó la edad de irse a la “mili”, como voluntario para ir a Tablada, lo aprovechó bien, pues se sacó el carnet de conducir, cosa que le sirvió luego para dar portes en un 4 latas.
 Pero antes, Palito ayudó a su Padre a explotar las tierras que “arrendaba”, (aún no había tantos naranjos, sino  trigo, maíz , algodón, hierba para las bestias, etc.) , y lo hacía  o bien con la hoz, o con la guadaña, según la envergadura o densidad de las plantas.  Ya  en la época de los naranjos, también aprendió a sembrar, podar, talar, regar o recoger la fruta. Curiosamente, todas estas cualidades le supusieron un gran problema; para arreglar la Plaza de España, del Pueblo, le encomendaron la siembra y el cuidado de naranjitos. Terminado el trabajo, pasaron varios meses, y no cobraba; así,  se puso excesivamente nervioso, y con varias copas de más, entró en el Ayuntamiento con una HOZ.  Tras la bulla, fue internado temporalmente en un penal psiquiátrico.
Como no tiene mucho poder adquisitivo, suele ser obsequiado con restos de puros de la gente, que suele partir por la mitad, para tener el “doble”. Para tener un suplemento de dinerillo, todos los fines de semana, a la amanecida, va al sitio donde se celebran las botellonas y recoge los vasos sucios pero no rotos, que los jóvenes dejan tirados en el suelo.
Vive en un bajo de la llamada “barriada de los pisos” (realmente se llama Purísima Concepción), sin luz ni agua, y para colmo, está enemistado con la mayoría de los vecinos, a los que culpa de tirarle agua al patio interior cuando tiene ropa tendida, por no comentar los corrillos, al atardecer, en verano, que susurran cuando Él sale o entra de su casa. ¿Y los niños? …se ponen a jugar a la pelota al pie de su puerta, con los balonazos agobiantes, o los que llevan sus “perritos” a defecar en su acera. 
Ahora, y con una agilidad extraña en un hombre de su edad, y con sus secuelas (se rompió un pie al caerse de un árbol), sigue rebuscando naranjas que se han quedado en el palo tras cogerlas el dueño.
¿Debería pasarle todo esto a Ángel?  Merecería un poco de tranquilidad, de seguridad, de agua caliente y luz, en fin, lo que tiene casi el común de la gente, (por cierto, antes más que ahora, extrañamente…
Y esto, ¿por qué no se da? ¿Por mala suerte? ¿Por no tener papeles?  Injusticia; ¿Causalidad?, ¿Casualidad?, ¿falta de compasión quizás?

Diego el de la Algaba