lunes, 29 de septiembre de 2014

CRÍTICA DE CINE; LÍBRANOS DEL MAL

Se trata de una producción de Estados Unidos del año 2014 dirigida por Scott Derrickson y protagonizada en sus dos principales papeles por Eric Bana (un actor a la altura de los de su generación pero no tan conocido y que ha intervenido en películas como Munich, Troya y una de las dos versiones que se han hecho en los últimos años del increíble Hulk) y Edgar Ramírez ( un actor venezolano que borda el papel del Padre Mendoza). Del resto y amplio reparto destacan Olivia Horton, Olivida Munn (que hace de esposa de Eric Bana) y Sean Harris, que hace de asesino poseído, sin el cual no tendría sentido la cinta.
La trama es bien sencilla: un agente de policía de Nueva York, del Distrito del Bronx, está investigando una serie de espeluznantes asesinatos con componentes demoníacos y de exorcismo y se hace ayudar para sus pesquisas por un sacerdote muy poco convencional, el Padre Mendoza (interpretado por Edgar  Ramírez como queda dicho. El policía es interpretado por Eric Bana), que es experto en exorcismo.
La película se basa en los relatos reales del sargento de policía Ralph Sarchie que se convirtieron en una novela coescrita por el propio Sarchie con la ayuda de la periodista Lisa Collier. La novela tiene concomitancias con otra, El exorcista, en la que se basa la homónima película de William Friedkin. Recoge la vida de policía del sargento durante 16 años en el Distrito del Bronx y la investigación de 50 casos paranormales, así como 20 casos de exorcismo a los que asistió y las entrevistas a brujas y satanistas. Cuenta historias como la de una niña de 8 años poseída por Satanás que habla con fluidez el latín.

La novela sobrecogió a los integrantes del reparto, en especial al protagonista Eric Bana, que no durmió durante las tres semanas que tardó en leer la novela porque tenía que hacerlo para empaparse bien de las historias de Ralph Sarchie, cuyo nombre conserva en la ficción Eric Bana para dar mayor verismo a la historia.
El productor, rey Midas del Hollywood, Jerry Bruckheimer se fijó también en la novela y vio que era algo totalmente distinto a lo que había producido hasta entonces. Es el responsable de éxitos televisivos como las series del CSI y responsable también de éxitos cinematográficos como Top Gun con Tom Cruise y la saga de Piratas del Caribe. Quiso como productor imponer a Mark Wahlberg como protagonista, pero éste tenía problemas de agenda así que se optó por Eric Bana y al final quedó satisfecho del resultado.
El otro productor de la cinta es el propio director Scott Derrickson. Además de la dirección y la coproducción Scott es coguionista de la cinta junto con su colaborador habitual Paul Harris, así que controla bien la película en todos los aspectos importantes.
La cinta se llama en el original Deliver us from evil. Antes se llamó como la novela: Beware the night, algo así como Protégete de la noche, que fue el título de la cinta durante el rodaje de la misma. Es mejor el título final de la película y mejor que en castellano. Líbranos del mal es el final del Padrenuestro y la traducción del inglés es Líbranos de Satanás, que es más apropiado porque el protagonista asesino está poseído por él.
La película es un cruce perfecto entre el thriller sobrenatural y el terror, sobre todo el terror. Derrickson es un especialista en cintas de terror pues lleva realizadas tres cintas y las tres son de terror. Empezó con El exorcismo de Emily Rose en 2005 y siguió con Sinister en 2012, una cinta donde el terror viene de la mano de unas cintas de 8 mm que encuentra en el desván de la casa a la que se está mudando el actor Ethan Hawke. Esta última cinta es la mejor formalmente considerada y se nota que tiene mayor presupuesto gracias a Jerry Bruckheimer.

Se ha considerado la cinta como un cruce entre El exorcista de 1973 y Seven de David Fincher de 1995. De la primera tiene los elementos paranormales y el exorcismo clímax de toda la trama. De la segunda tiene lo espeluznante de los asesinatos (basta recordar cómo muere en Líbranos del mal la joven Jane) y un Nueva York oscuro y lluvioso, siniestro como el título de su segunda película.
La fotografía es oscura como un cuadro de Caravaggio y destaca la música, sobre todo The Doors y en especial la canción People are strange, es decir, Las personas son extrañas. Muy bien hecha técnicamente, el terror no se consigue con efectos especiales, aunque existen, pero muy en poca medida. El terror se consigue sobre todo con elementos de maquillaje y peluquería, y con la interpretación soberbia del asesino poseído Sean Harris. Sin éste no se entendería la película. Está completamente metido en el papel de su personaje, que tiene el apodo de Santino. Edgar Ramírez también está estupendo como Padre Mendoza como ya ha quedado dicho y su cansancio en la cinta es real, como dice Derrickson en una entrevista. Llegó a meterse tanto en su papel que acabó absolutamente agotado, como si hubiera hecho un exorcismo real.



Hay que decir que Santino es un excombatiente de Irak, algo que también tiene en común con la cinta El exorcista: que ambas empiezan en Irak. Podría extrapolarse el tema y decir que Estados Unidos estuvo poseído íntegramente por el mal cuando fue presidente George Bush. Afortunadamente ya terminó su mandato, pero Irak sigue hecho un desastre. Siguen los atentadosde Al Qaeda, los atentados de los diversos y numerosos grupos yihadistas y lo bombardeos a los que es sometido de vez en cuando por la Administración de Obama, que aunque sea del Partido Demócrata sigue masacrando Irak. Habría, pues, que  exorcizar a Irak entero como país para librarlo de todo el mal que le cae encima.

La película es una de las más interesantes que nos ha llegado este año de los Estados Unidos, donde el terror es uno de los géneros favoritos. Y no tiene tantos efectos especiales como películas como Mamá, donde los efectos especiales cantan tanto que se pierde completamente el efecto terror que se quiere crear. Líbranos del mal está más cerca de cintas como Evil´s Dead, aquí llamada Posesión infernal, una película también de posesiones demoníacas. Aquí también, como en Líbranos del mal, lo que cuenta sobre todo son los efectos de maquillaje y de peluquería, que con la interpretación  de los actores consigue el efecto de terror real. Hay que decir que bajo mi punto de vista el exorcismo de Líbranos del mal es superior al de El exorcista, sin ganas de entrar en polémicas. Las dos películas están muy bien realizadas y ambas pueden incluirse en una lista provisional de las películas más terroríficas de la historia del cine.

La película merece la calificación de muy buena y por ello le concedo cuatro estrellas. Todo está muy bien cuidado y los aficionados al terror como yo ya esperamos con ansiedad la nueva película de Derrickson, en cuyo proyecto trabaja ya y es también de terror. Esperemos que no tarde tanto como tardó desde El exorcismo de Emily Rose hasta Sinister, películas que merece la pena revisar y que pueden reeestrenarse en cualquier momento dada la fama que está adquiriendo Scott Derrickson. Hay que decir también que la película Líbranos del mal cuenta con una gran distribuidora, la Sony pictures.

En la cinta, para ir concluyendo, el asesino poseído va dejando en los lugares de los crímenes frases en latín que siempre empiezan por la palabra Invocamus, es decir, invocamos, del verbo invocar, es decir, llamar a, en este caso a Satanás. Y para dar más realismo a la cinta el asesino se tatúa en el pecho la frase que deja en el lugar del crimen en cada momento. El tatuaje es a lo bestia, hecho con un cuchillo y con mucha sangre, que abunda en la película, que por cierto no está autorizada para menores de 18 años, lo cual me parece muy bien porque las escenas de los asesinatos son muy fuertes y están muy bien logradas desde el punto de vista cinematográfico.
La cinta dura 118 minutos y no se hace larga en ningún momento. Derrickson lleva con buen pulso la cinta y el montador hacer un papel excepcional con las escenas, seleccionando todo lo que es sustancial y dejando lo superfluo a un lado. Existe muy buena conexión entre la novela y lo que se nos narra en la película, como he podido comprobar. Ralph Sarchie habrá quedado satisfecho con el el trabajo cinematográfico que se ha hecho con el material literario con el que se contaba, la novela escrita en colaboración con Lisa Collier, que es realmente la que da forma escrita a las vivencias de Sarchie.

El eslogan publicitario de la película es eficaz y efectista: Aún no has conocido el infierno. El infierno aparece en la película en foma de exorcismo, un exorcismo donde no falta ninguno de los elementos tradicionales y convencionales, empezando con el crucifijo. Es de un gran realismo el exorcismo y el espectador se mete literalmente en la pantalla para vivirlo. Ya en la primera película, El exorcismo de Emily Rose, se practicaba el exorcismo, pero estaba mucho menos conseguido. Ahora se nota la evolución del director y cómo ha aprendido en el mundo de la realización estos últimos años.
Calificación: 


En definitiva si quieren pasar un buen rato de terror vayan a ver Líbranos del mal. Una película que no hay que dejar de ver y que está teniendo una buena carrera comercial. De lo cual me alegro como seguidor del género de terror. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

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