jueves, 10 de abril de 2014

CRITICA DE CINE. EL GRAN HOTEL BUDAPEST

Se trata de una producción de Estados Unidos del año 2014 dirigida por el peculiar director Wes Anderson y protagonizada en sus dos principales papeles por Ralph Fiennes y Tony Revolori, jovencísimo, quien debuta en esta cinta en el mundo cinematográfico. Después hay una larga lista de secundarios de lujo, que es un auténtico desperdicio por el resultado final de la cinta que es una película fallida, un fiasco. Destacan de esa nómina de secundarios entre otros Tilda Swinton, F. Murray Abraham, Jude Law, Willem Defoe, Adrien Brody, Harvey Keitel, Eduard Norton, Tom Wilkinson y un largo etcétera que enriquece de todos modos mucho la película por la fuerza que tienen todos los actores.
 La historia es obra de dos personas, entre ellas el propio director. Cuenta la vida de Gustave H., el legendario conserje de un hotel hermoso y famoso de la Europa de entreguerras ( Primera y Segunda Guerra Mundial) interpretado por Ralph Fiennes que conoce a un joven empleado llamado Zero Moustafá, interpretado por Tony Revolori, que aunque debuta en el cine tiene experiencia en la interpretación por series de televisión como Me llamo Earl que ha sido emitida en España. Gustave acoge como protegido a Zero. Ocurrirán muchas cosas en el Hotel, entre ellas el robo y la posterior recuperación de una pintura renacentista de incalculable valor y el reparto de una inmensa fortuna entre una no menos inmensa familia. De fondo destacan los levantamientos de la primera mitad del siglo XX habidos en Europa que la cambiarán considerablemente.

 Después destaca el guión del propio director de la cinta que hace que ésta sea farragosa, complicada, liosa, confusa. Los críticos dicen que ésa es una de las características de su cine y que hay que ir a ver las películas de este director dos o tres veces por lo menos para poder entenderlas del todo. Desde que Wes Anderson apareció en el mundo del cine hace diez años aproximadamente ha tenido el favor de los críticos, pero no del público. Últimamente está haciendo películas más para la gente, entre ella Fantástico Mr. Fox, candidata al óscar a la mejor cinta de animación en el 2009, y Moonrise Kingdom, candidata al óscar al mejor guión original en el 2012. No obtuvo ninguna de las dos estatuillas. Su cine tiene un ritmo vertiginoso y pasan muchas cosas en sus películas, lo que las hace muy complejas y difíciles de seguir, como se puede comprobar en El Gran Hotel Budapest, una película con la que pretende acercarse un poco más al gran público. Pero lo esencial se entiende.

 En esta cinta se habla de Gustave H., al que le gustan las ancianas y mantiene una relación con una de ellas. Antes de ser asesinada le roba un cuadro renacentista de valor tremendo llamado Joven con manzana. Lo robará con la ayuda de su inseparable Zero. Se hará depositaria la novia de Zero. Se lo robarán a ella y tendrán que volver a robarla de nuevo. Cuando fallece la anciana a la que han robado , interpretada por Tilda Swinton, muy transformada por el maquillaje y que sustituye a la actriz habitual de Wes Anderson Angela Landsbury que no podía trabajar en la película porque estaba interpretando en el teatro a Paseando a Miss Daisy, el albacea tiene que abrir el testamento, pero se espera hasta averiguar quién es el asesino. Es acusado en primer lugar Serge, el mayordomo de la anciana.Luego éste es asesinado. 
Y es culpabilizado Gustave por ser su amante así como Zero por ser el compañero inseparable de Gustave. Ingresan en prisión, pero se fugan acompañados por otros reclusos, entre ellos el gran Harvey Keitel. Cuando se abre el testamento todos los bienes de la anciana van a parar a su amante Gustave, que de la noche a la mañana se convierte en rico, por lo que no tenía por qué haber robado el cuadro. También será dueño del Hotel. Las sospechas recaen entonces en Dimitri, interpretado por Willem Defoe, un hijo de la víctima. A Gustave lo sigue obsesivamente un oficial de policía interpretado por Eduard Norton. Todo como se ve muy lioso y confuso.
 Es liosa y confusa también la estructura de la película, dividida en capítulos como una novela y con continuos saltos en el tiempo de atrás adelante y de adelante atrás, a veces con saltos de minutos y horas nada más. El mayor salto tiene lugar desde los años 30 cuando tienen lugar los acontecimientos hasta 1985, cuando vemos a un maduro Zero interpretado por F. Murray Abraham charlando con una especie de Sherlock Holmes o buscavidas o escritor interpretado por Jude Law. Zero le está contando toda la historia del Hotel y cuanto ocurrió en los años 30. Antes el gran Tom Wilkinson está leyendo un libro que ha escrito sobre la historia del Gran Hotel Budapest.

La película no está recomendada para menores de 12 años, entre otras razones porque el cuadro que roban Gustave y Zero es sustituido por un cuadro pornográfico y sobre todo porque hay una escena de sexo explícito entre la anciana y Gustave. Dura 99 minutos, tiempo a todas luces insuficiente para contar todo cuanto quiere contar Wes Anderson a una velocidad moderada para poder seguir todo correctamente. Y pretende ser una comedia coral, que lo es, pero al estilo berlanguiano, aunque no con la comprensión que tienen las películas del gran Berlanga. Y pretende ser también una película en plan comedia negra y algo hay de eso. Por ejemplo hay una escena en la que Gustave se acerca al ataúd donde está su amada muerta y le coge el brazo y lo deja caer como si fuera un peluche y comprueba que está efectivamente muerta. Tiene un sentido del humor muy peculiar la película.

 La cinta recuerda a otra del año 1932, Gran Hotel, que contó con el apoyo de la crítica y del público, y que consiguió el óscar a la mejor película. Por ella circulan rutilantes estrellas por sus salones y pasillos. Es un hotel que está en Berlín. Las películas tienen concomitancias, como por ejemplo las muchas estrellas que aparecen en las dos. En El Gran Hotel Budapest ya hemos visto cuántas aparecen. En Gran Hotel la nómina está encabezada por la gran Greta Garbo en su momento de mayor esplendor.  Otra concomitancia es la existencia de los dos hoteles en Europa: Gran Hotel en Berlín, Alemania ( por cierto que El Gran Hotel Budapest está rodada en Alemania y se titula igual que el original, The Grand Budapest Hotel) y El Gran Hotel Budapest en Budapest, claro, es decir, Hungría.
 Hay que decir en honor a la verdad que la película tiene muchas virtudes en el aspecto técnico. Por ejemplo destaca la dirección escenográfica. El Hotel está situado en un sitio muy abrupto y difícil de llegar. Hay que utilizar un funicular. El Hotel es bellísimo rodeado de nieve y aún más de noche cuando están todas las luces encendidas. Destaca también la peluquería y el maquillaje. Hay que ver el mostachón de Bill Murray, actor fetiche del director, que ha intervenido en todas las películas que lleva realizadas hasta ahora. Destaca igualmente el maquillaje de Tilda Swinton , que está prácticamente desconocida, con el pelo tieso y muchas arrugas. El maquillaje es excepcional. 
Muchos miembros de la familia que espera la apertura del testamento  están maquillados y peinados como miembros de la Familia Adams, quizás para potenciar su carácter de comedia negra. Está muy bien conseguido el efecto del maquillaje. Después destaca la música que sí tiene trascendencia para recalcar que se trata de una comedia negra. Es una música apoteósica, grandiosa, que le da un gran valor a la película. Hay que decir que obtuvo el Oso de Plata en el pasado Festival de Cine de Berlín. Wes Anderson suele visitar los festivales importantes como Cannes, Berlín y Venecia, donde está muy bien visto por los críticos como hemos dicho anteriormente.
 La película tiene virtudes innegables, pero es farragosa y por eso la considero regular y con derecho a dos estrellas. Supongo que Wes Anderson seguirá trabajando para acercarse al gran público, que es uno de los cometidos del cine. Había poca gente el día que fui a ver la película y es que Wes no es director de mayorías. 


Hay que destacar el intento de cines como el Nervión Plaza para que acudan las personas para ver películas. Están los miércoles al cine por 3.90 euros, 3.70 si el cliente tiene la tarjeta de 5 euros por la que se puede ver la película que sea por ese precio, incluso las películas en 3D. Y hay que destacar igualmente  los días de la Fiesta del Cine, los días 31 de marzo y 1 y 2 de abril , por el precio de 2.90 horas. Es una forma de luchar contra el 21% del IVA a los cines impuesto por el ministro Wert.
 La película tiene unas virtudes técnicas y buenos trabajos como el de Jeff Goldblum en el papel de abogado que tiene que leer la herencia de la anciana. Merece la pena verse a pesar de todo y a ver si así Wes Anderson se anima a seguir haciendo películas más inteligibles por el gran público. Espero que la película os guste a pesar de todo y salgáis del cine con una buena sensación. Salud y suerte.

 Calificación: 



José Cuadrado Morales         

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