viernes, 14 de marzo de 2014

ALUCINACIONES AUDITIVAS. ESCUCHANDO LO QUE NO EXISTE

Algunos de nosotros padecemos en mayor o menor medida de alucinaciones, aquí me quiero referir a las auditivas, lo que comúnmente se llaman voces. No se muy bien como empezar a contar, pero voy a hacerlo partiendo del momento en el que soy completamente consciente de este fenómeno, que se da en mi con toda claridad a los cuarenta años, y que empiezan no por tener connotaciones negativas, sino positivas, pues al principio las voces parecían relajarme y tranquilizarme, incluso a producir sensaciones de amor y cariño. Hable con una compañera de enfermedad años después aquí en la unidad de rehabilitación, durante una sesión de Grupo de Salud, que es una terapia que realizamos hablando sobre nuestra enfermad y se lo comenté, comentamos, y me dijo que a ella le había pasado lo mismo, y que fue durante el embarazo. 
A mi me ocurrió el último año en que di clases, que ha sido por otra parte el mejor año en que desarrollé mis capacidades como profesor, en el que me encontraba espiritualmente como si estuviese en el cielo. No solo he escuchado una voz, sino varias, o como si procedieran de diferentes personas, unas que parezco identificar y otras no tanto. No le encuentro una explicación corriente a este fenómeno, no se de donde provienen ni por que se producen. A veces parece que fueran producidas artificialmente por algún tipo de objeto físico desconocido por mi. 
Hay un compañero que escucha muy asiduamente voces y las comenta muy a menudo conmigo, son muy molestas en su caso, dándole este sentido de estar producidas por algún objeto físico conocido. 
A veces parecen provenir del cielo, otras de la calle, una vez escuché una que parecía producirse junto a mi oreja sin que hubiese nadie cerca, mientras descansaba yo solo en la cama y sin nadie más en casa. Yo lo que se es que están ahí, que van y vienen, y que hace ya algunos años en que empezaron a mostrarse en sentido negativo, como si me reprocharan e inquirieran cosas y otras me insultaran, aunque lo de los insultos en mi caso no es lo mas común, como algunos de mis compañeros las padezco por temporadas, la medicación sirve para combatirlas en los casos en que se hacen mas dañinas para la persona. Lo mas común para mi es escuchar como una maraña de sonidos varios en los momentos en que me encuentro, también por ello, más nervioso, y da la sensación en ocasiones de que estas voces quieren como deformar la realidad, dar otro sentido del que le da la persona, e incluso a veces parecen querer cambiar hechos pasados. Un compañero me comentaba que escuchaba como  ruido. 
Tengo la sensación muchas veces de que estas voces se apoyan en sonidos ya existentes. He comentado con otra compañera, y  ella también escucha voces, suelen coincidir las voces con un estado anormal anímico que es cuando se muestran con mayor intensidad. Para mi siempre “andan” por ahí, y no les doy importancia, vivo como si no las escuchara y también es cierto que muchas veces no están, desaparecen. Lo importante es que ellas no puedan contigo, como me dijo un psiquiatra que me trató, al que se lo comenté. Tenemos que luchar contra ellas con los medios de que disponemos, que son los que nos proporciona la psiquiatría.


Jesús   

4 comentarios:

unidaddiaerrenteria dijo...

Gracias por compartir con nosotros tu experiencia, hay que ser valiente para poder hablar de ello, todavía hay tanto estigma y tanto tabú... tus palabras nos ayudan, a los que sufrimos la enfermedad pues vemos que es algo compartido y que como tú haces, se puede llevar más o menos, y a los que no la sufrimos, para poder entenderla mejor.
Nos quedamos con esa frase "las voces no han podido conmigo". Un saludo, ¡¡¡y adelante!!!!

Anónimo dijo...

jesus, yo no oigo voces porque cuando entro en un periodo de crisis el pensamiento va a una velocidad excesivamente rápida. no se si lo que me sucede a mi se puede comparar con lo que te sucede a ti pero creo que pensar a una velocidad vertiginosa y escuchar voces son los sintomas positivos de la enfermedad que quedan lejos de nuestra capacidad para influir sobre ellos. gracias por hablar con tanta claridad sobre el problema. un saludo. pedro

Blog Unidad Rehabilitación Salud Mental Hospital Macarena dijo...

Gracias por los comentarios. Somos unos cuantos los que convivimos con este problema de las voces y compartirlo ayuda a sobrellevarlas, se habla poco de ellas,y parece que sean como dices un tabú y que nos estigmatice el desconocimiento de los problemas que llevan consigo la enfermedad mental, entre los que está este. Recuerdo las impresiones extrañas que tenía sobre ellas cuando no conocía el problema, es el desconocimiento el que provoca el estigma y el tabú. Debemos seguir siempre adelante, siendo conscientes de las bajadas y subidas de ánimo que a menudo tenemos,con la vista puesta en el futuro y en mejorar cada día un poco mas. Gracias por los ánimos.

Pedro, es cierto que durante los periodos de crisis los pensamientos parecen ir muy deprisa, algunas veces en exceso y entonces solemos necesitar ayuda, que nos la dan los especialistas, y también la familia y los compañeros de enfermedad. A mi, en lo relativo a las voces, me ha ayudado mucho la rehabilitación y el contacto con los especialistas en nuestra enfermedad.

Jesús

CRAP Calatayud dijo...

Gracias Jesus por tu valentía y generosidad al compartir tu historia con todos nosotros. Mucha suerte en todo lo que te propongas. Un fuerte abrazo!