lunes, 4 de noviembre de 2013

LA FELICIDAD

La felicidad es una de las cosas más variables y relativas del ser humano. Le preguntes a quien le preguntes cada uno contestará algo distinto. Hay quienes son felices con lo más pequeño y con lo más nimio. Sin embargo otros serán felices sólo con lo más grande, con los mayores tesoros y posesiones. No hay regla fija sobre la felicidad. Cada uno puede hablar de sí mismo lo que quiera. Así que ahora hablaré de mí.
Yo soy muy feliz con un simple paquete de almendras sentado en mi butacón azul viendo un buen partido de fútbol, una buena película, un buen programa cultural o un buen documental en la tele. Eso es buscar la felicidad. La felicidad puede venir por sí sola, pero normalmente hay que trabajársela. Y yo soy feliz con estas pequeñas cosas aparentemente banales pero que me dejan satisfecho. Por ejemplo estos días he estado esperando a que televisaran el primer partido de la temporada del Sevilla Fútbol Club. Era con el Slovan Liberec de la República Checa correspondiente a la tercera jornada de la Liga Europea de la UEFA. Quedó en empate, pero el Sevilla sigue primero de su grupo. Con eso me he sentido feliz varios días y con esto demuestro que no hacen falta grandes cosas para ser y sentirse feliz.
Soy feliz también estando con mi hijo porque con él sé que he hecho las cosas bien a pesar de ser un padre divorciado. La madre también ha hecho bien su trabajo. Mi hijo va para los 24 años y es un chico equilibrado física y psíquicamente que está haciendo el sexto curso de sus dos carreras, Administración y Dirección de Empresas y Derecho. Tiene novia y las cosas muy claras. Y es un chaval feliz y yo me alegro de haber contribuido todo lo posible a su felicidad.
Yo soy feliz por las mañanas cuando me levanto y me siento con una gran ansiedad y deprimido, y entonces le pido a Dios que me dé fuerzas y que me ayude para salir adelante. Y noto esa fuerza que se interioriza y me da energía para tirar hacia delante todo el día. Me cuesta mucho trabajo por mi enfermedad. El trastorno obseso compulsivo no me deja tranquilo y estoy siempre en lucha con él, aunque de vez en cuando logro un equilibrio y me siento feliz. Esa felicidad es a ratos. Se dice que sólo los locos y los tontos son felices todo el tiempo. Lo desconozco. Yo sólo sé que soy feliz a ratos.
Y me siento feliz cuando me voy de viaje, como por ejemplo a Madrid. Fui este verano pasado pero me puse malo con un virus y me tuve que volver al cuarto día. El año que viene completaré el periplo. Para Navidad mi trabajadora social me ha recomendado que salga de viaje, que para el verano que viene falta aún mucho tiempo. Yo iré a Arcos de la Frontera, pueblo que me encanta donde encuentro la paz y me siento feliz. Y está muy cerquita de Sevilla y así me siento mejor.
Soy feliz los miércoles cuando voy al cine a ver una película que luego criticaré para el blog de la Ura Macarena. Estoy toda la semana preparando la película que voy a ver para obtener la mayor información posible, con todo ello haré mi crítica.
Dice la canción popular que hay tres cosas en la vida: salud, dinero y amor, y el que tenga estas tres cosas que le dé gracias a Dios. A Dios le dará gracias quien crea en él como es mi caso. Yo le rezo y me da fuerzas para seguir adelante todo el día. La salud es fundamental, es la base de todo. Sin salud todo lo demás no importa. Hay que aprender a estar enfermo y a superar la enfermedad. Y hay que pensar siempre que hay cosas peores. Por ejemplo hace varios años me operé de una piedra en el uréter derecho. Mi madre me acompañó un día al urólogo y le dijo la mala suerte que había tenido su hijo, yo. El médico le contestó que mala suerte es tener un infarto o un cáncer. Siempre hay que pensar en los que están peor que tú. Quizás sea aquello de mal de muchos consuelo de tontos, pero es verdad. También sirve aquí aquello de lo del vaso medio lleno o medio vacío. Yo procuro verlo siempre medio lleno para sentir al menos un poco de felicidad incluso en las circunstancias más difíciles.
El dinero es muy importante también para sentirse feliz. Estamos en época de crisis. Hay ocho millones de pobres en España que comen incluso directamente de los contenedores de basura porque se arrojan a ellos sobre ocho toneladas de comida al año. Como contradicción Caixabank ha crecido un 164%. Hay más de seis millones de parados y cerca de 100.000 familias tienen a todos sus miembros en paro y con la prestación por desempleo agotada. Viven de la caridad. Andalucía sigue sin salir de la recesión aunque ha mejorado algo su economía. Y España tira para adelante a trancas y barrancas. Es muy duro verse sin dinero incluso para lo más básico como comer.
Y el amor. No sólo el amor en pareja, sino todo el amor que recibimos y damos. Yo recibo mucho amor de mis compañeros de la Ura Macarena y de los profesionales que trabajan en ella. Son algo más que profesionales. Y en cuanto al amor en pareja ahora mismo estoy quemado. He tenido tres grandes amores en mi vida y muchos enamoramientos y relaciones esporádicas. Pero la última relación me dejó quemado y ahora prefiero estar solo, pero no descarto nada de cara al futuro. De hecho en mis libros hablo mucho del amor. En mi próximo libro, Rosa de vida, hago un canto al amor y a la vida con todas mis fuerzas. Porque yo sigo creyendo en el amor.
En un anuncio el otro día escuché esta frase aproximadamente: Si no sabes qué vas a hacer en la próxima vida, aprovecha ésta. De eso va en gran medida la felicidad: de aprovechar la vida lo máximo posible, aprovechar el tiempo con toda su relatividad para disfrutar y sentirse bien con uno mismo. A mí  la enfermedad me causa mucho sufrimiento, pero no me impide disfrutar de mis momentos de felicidad. Intento aprovechar la vida lo máximo posible para que Dios se sienta satisfecho de mí y yo también estoy en paz conmigo mismo.
En otro anuncio escuché que la vida es para vivirla. Es lo mismo o parecido que cantaba una canción hace años que se puso de moda: La vida está para vivirla. De eso se trata también la felicidad: de vivir la vida con todas nuestras fuerzas y los buenos y malos momentos según se vayan presentando porque hay tiempo de todo.
Yo recuerdo ahora la canción de Amaral: Quiero vivir, quiero sentir el universo sobre mí. Yo también quiero vivir, quiero sentir ese universo dentro de mi alma y sentirlo mi amigo y mi razón de ser. El universo no es nada comparado con el valor de una sola vida humana. Tenemos       que tener un equilibrio con todos los elementos de la naturaleza. Somos piezas de ella y unidades de una matriz principal que es la felicidad. Ésta hay que buscarla, hay que trabajársela un montón porque no toda la felicidad viene por sí sola a darnos satisfacción personal. Para que te toque la lotería tienes que comprar un décimo. Pues lo mismo para que te toque la lotería de la felicidad: hay que invertir tiempo, fuerzas, energías para que la felicidad se quede dentro de nosotros el mayor tiempo posible.
Yo busco la felicidad diariamente. Es lo que decía Bertrand Russell en su libro La conquista de la felicidad. Que hay que luchar mucho para conseguirla pero que se puede conseguir plenamente. Lo que pasa es que hay que trabajar duro para que esa felicidad se nos quede dentro y conquistemos la vida cada día y logremos el derecho a vivir. La conquista de la felicidad es un trabajo diario y constante que nos permite dar sentido a nuestra existencia y a todo lo que somos como seres humanos.
Yo os invito a que luchéis por la felicidad, aunque sea en muy pequeñas dosis. Pero esas pequeñas dosis unidas forman un gran trozo de felicidad. No perdáis la paciencia y ved que todos tenéis motivos para la dicha, en mayor o menor medida. Como dice la Constitución de los Estados Unidos el hombre tiene el derecho a la búsqueda de la felicidad. Es casi poesía dentro de la Constitución americana. Pues ese derecho no nos lo puede quitar nada ni nadie. Tenemos que buscar la felicidad como sea, con todas nuestras fuerzas.
Id en busca de la felicidad y ella estará seguro en nuestro camino. Los que crean en Dios pues adelante. Y los que no crean pues adelante también. Yo sí creo y Dios es mi principal fuente de energía. Él da sentido a mi vida y me ayuda en gran medida a la búsqueda que decía el Premio Nobel que he mencionado antes. Sólo es cuestión de tener paciencia y sentirse agradecido por todas las cosas que nos da la vida para aprovecharla. Miradla con detenimiento y veréis la cantidad de cosas que guarda para nosotros. Disfrutad de la vida. Salud y suerte.


José Cuadrado Morales

2 comentarios:

CRAP Calatayud dijo...

Hay veces que solo necesitamos darnos el permiso para ser felices, es decir, sentir que, a pesar de todo lo que haya pasado, también merecemos serlo, tanto como cualquier otra persona. En esa búsqueda andamos todos. Un abrazo

Anónimo dijo...

No se lucha por la felicidad, sino que caso tiene, entonces no es felicidad, es solo un estado del ser, cuando sabemos y sentimos el ser maravilloso que somos, la divinidad que habita en cada uno de nosotros, que somos tal como Dios nos creo. Claro, le felicidad para los que no han despertado también tiene esos ahoras, de plenitud y belleza en todo lo que nos rodea.