viernes, 8 de marzo de 2013

LA HISTORIA DE LAYLA.*.


La perrita Layla llegó a mi casa con tan sólo un par de meses, es una hembra  de raza cocker, de color negro. Ahora tiene 10 años aproximadamente.
Tiene mucho pelo, en las patas, en las orejas, en el flequillo, en todo el cuerpo, exceptuando en la tripita. Lo cierto es que con el tiempo ha ido cogiendo costumbres, manías, forma de ser; por ejemplo, después de que desayuna mi madre la perra pide la comida, sea la hora que sea, su forma de pedirla es haciendo ruidos, ladrando, llorando, aullando, También es muy celosa, por ejemplo, cuando llega mi padrastro del trabajo le da un beso a mi madre, bueno pues ella se pone en medio y pide caricias y besos, se pone panza arriba y pide que le acaricien la tripita, demás hasta que la acaricias no para de aullar. Antes de irnos a dormir ella hace sus necesidades y después pide una galleta, pide pan a la hora de comer, bebe mucho agua y cada vez que bebe le chorrean los belfos y moja toda la cocina que es el sitio donde tiene el cacharro del agua, cada vez que moja tenemos que secar con una fregona el suelo de toda la cocina.
También le gusta  subirse a las camas cuando nos vamos a dormir la siesta ella se sube a la cama y se acurruca a los pies, para que se marche la tienes que echar.
Lo que tienen los animales domésticos es que dan mucha guerra, pero te acompañan y te dan cariño.

* Significa noche en hebreo.

Cecilia Menassa

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bonita es yo teneia una igual, pero en dos colores, son muy glotones, con la comida.

Anónimo dijo...

Hola: los articulos se firman con seudonimos o nombres verdaderos?
De ser la segunda opción, conocia una persona con ese nombre en Madrid, hace muchos años. Un saludo.
jlombardero@hotmail.com