miércoles, 29 de junio de 2011

¿QUIÉN TIENE HOY EN DÍA UN AMIGO?

La amistad se valora como un tesoro, como la persona que desinteresadamente te saca de un buen problema, y no el típico listillo que te dice que debes hacer o donde tienes que ir y poco más. Un amigo está ahí para lo bueno y lo malo, y aunque no lo veas a diario o desde hace mucho tiempo, en cuanto las cosas se ponen mal se presenta dejando otras ocupaciones de lado y está a tu lado, para lo que sea.
Los amigos son un grupo reducido de personas que de forma espontánea y natural se juntan en el transcurso del tiempo y duran hasta que poco a poco van desapareciendo en una caja de pino, e incluso ahí están los restantes amigos para acompañarlo en el último viaje.
Un amigo no es un compañero de trabajo, porque cuando hay dinero por medio no se entiende de amistad ni favores, puede llegar a tener amigos de trabajo cuando ya has cambiado de empresa.
Los amigos se suelen hacer en la infancia, y en la primera juventud, pero después es muy difícil llegar a tener amistad sincera con nadie más que no sea tu mujer, y eso es amor.
Hoy en día con las redes sociales no tienes 4 ó 5 amigos, tienes todos los que se incluyan en tu facebook, pero ¿de qué los conoces y como te han demostrado que te ayudarían cuando se torciesen las cosas?
De un amigo se dice que te acompaña en el hospital, en la cárcel y en el cementerio, o que por lo menos te visita. ¿Y donde están esas personas?
Terminada la adolescencia la amistad no existe, hay personas que se abren completamente a los demás, y revelan datos o acompañan a los demás en empresas que pueden llegar a ser descabelladas, pero la realidad es que cuando llegamos a adultos, mejor mirar con quién se va y qué dices a quién. Y sobretodo que das y que cantidad de dinero prestas.
Cuando llegas a adulto puedes ser la persona más sociable del mundo, pero teniendo siempre presente que todo el mundo que conozcas son solo fichas de un juego de intereses, o una red de intereses, donde un favor se paga con otro, y si en esta contabilidad de favores la cuenta propia es desfavorable, mejor mirar hacia otro lado y conectar con otra u otro que sea menos egoísta y nos de mas cuartelillo. Es fácil, yo te rasco la espalda si tú me la rascas, pero si no, ráscate en un árbol o una esquina.
La relaciones adultas pueden llegar a estar justificadas de la forma más simple o tonta, por el mero hecho de facilitarte algo que no esté a tu alcance, yo te cobro una especie de alquiler de beneficio, que va desde que me hagas reír, que me cuentes confidencias de empresas o personas, que me pagues las copas o el café, o te cobre pasándome los teléfonos de las chicas más guapas de la disco o me facilites trabajar con gente que no conocería en el transcurso normal de mi vida.

F.M.K.

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